"Los chinos dejaron claro que quieren convertirse en un campeón mundial", constató Jörg Wuttke, presidente de la Cámara y autor del informe.
Se trata, en mayor grado, de una coordinación entre los bancos y los fondos de inversión chinos con el fin de proporcionar enormes préstamos a bajo interés a las empresas nacionales, así como asistir a sus competidores extranjeros en las operaciones de adquisición y financiar investigaciones.
Según el primer ministro chino, Li Keqiang, el Gobierno se concentrará en las áreas estratégicas de los sectores emergentes, tales como la inteligencia artificial, los microchips, la farmacia biológica, la aviación, la comunicación 5G, los robots y automóviles eléctricos.
"Implementaremos completamente nuestro plan para desarrollar los sectores estratégicos emergentes", declaró el primer ministro chino durante su discurso anual ante la Asamblea Popular Nacional del país.
Sin embargo, los sectores de alta tecnología de los países occidentales quedan cerrados para las inversiones chinas, ya que sigue vigente una 'prohibición tácita' que impide que los inversores del gigante asiático compren algunos activos industriales significativos en EEUU y Europa Occidental.
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Por eso, los planes de China de hacerse con tecnologías más modernas tendrán que hacer frente a obstáculos de carácter más bien político.