"De eso ni hablar, no habrá ningún informe". Con esa firmeza se expresó el representante del Ministerio de Exteriores de Rusia, Andréi Kelin. De acuerdo con el alto representante del país eslavo, en la reunión se producirá un intercambio de pareceres "sobre los problemas más acuciantes y de interés para ambas partes en este momento".
"El complejo de misiles Iskander no forma parte de los acuerdos de limitación de armamento de ningún tipo. En segundo lugar, Kaliningrado es territorio de la Federación de Rusia (…), y no estamos obligados a informárselo a la OTAN o a cualquier otro organismo, porque este hecho podría alcanzar cotas ridículas: nos van a exigir informes sobre el movimiento de los batallones, regimientos y soldados individuales", explicó Jodariónok.
La celebración de los ejercicios también es un asunto puramente interno de Rusia, según el analista militar.
"En principio, no tenemos que informar a nadie sobre este tipo de ejercicios, por lo que las intenciones de la Alianza Atlántica en este sentido no están del todo claras. Y aún no hay, entre las estructuras de la OTAN y la Federación de Rusia, ningún acuerdo claro y explícito que presuponga un intercambio de datos sobre estos temas", expone Jodariónok.
"De acuerdo con las estructuras de la OTAN, [el despliegue de la Alianza en Polonia y los países bálticos] se explica por una 'amenaza rusa' que solo existe en las mentes demasiado excitadas de los líderes de algunos países europeos. Todos los acontecimientos recientes sugieren que no están buscando ninguna amenaza para la seguridad de sus países ni de la OTAN en el sitio correcto. Pero no lo logran entender y tratan de encontrar una amenaza para la paz en la reubicación de los Iskander", lamenta el analista.
Jodariónok expresó su esperanza de que la próxima reunión del Consejo Rusia-OTAN contribuya al diálogo entre las dos partes. "Hace falta arreglar las relaciones con la OTAN", considera él.