"La reunión se celebrará el 30 de marzo en la sede de la OTAN en Bruselas", dijo en un comunicado.
El embajador ruso ante la Alianza Atlántica, Alexandr Grushkó, también confirmó la celebración de la reunión.
"El formato flexible de la reunión permitirá a los miembros del Consejo examinar los temas de seguridad regional y algunos aspectos de la actividad militar que representan interés para ellos", dijo.
A su vez un portavoz de la OTAN informó que el 30 de marzo se debatirá la situación en Ucrania, Afganistán, actividad militar y las medidas para rebajar riesgos a fin de reforzar la estabilidad y la seguridad en el espacio euroatlántico.
En particular comunicó que se prevé abordar el despliegue de misiles tácticos de corto alcance Iskander-M en la provincia de Kaliningrado, enclave ruso en la región báltica.
Moscú a su vez declaró que no va a dar explicaciones algunas a la OTAN acerca del despliegue de Iskander-M durante la reunión.
"No habrá ningún informe al respecto", dijo a Sputnik Andréi Kelin, jefe del Departamento de Cooperación Europea de la Cancillería rusa.
Por su parte, Rusia está alarmada por un incremento sin precedentes de la presencia militar de la OTAN cerca de sus fronteras, que incluye el despliegue de batallones multinacionales en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia, así como el emplazamiento de armas antimisiles estadounidenses en Europa del Este.
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Moscú subrayó en repetidas ocasiones que no amenaza a ningún país, y en cuanto a los misiles Iskander, afirmó que está en pleno derecho de emplazarlos en cualquier punto del territorio ruso.