"El día 21 de marzo de 2017 el Gobierno de Japón suspendió, hasta nuevas notificaciones, el trámite de las importaciones de pollo y de otros productos oriundos de los 21 establecimientos citados en la investigación de la Policía Federal de Brasil", explicó el ejecutivo nipón a través de un comunicado en la web de la embajada del país en Brasil.
Además de Japón, el martes México anunció que restringiría la entrada de todo tipo de carne como medida preventiva y Suiza decidió suspender las importaciones de carne procedente de cuatro plantas frigoríficas brasileñas.
Argentina, país que también es uno de los principales exportadores de carne del mundo, remarcó a través de su Ministerio de Agricultura que solo una fábrica envuelta en el escándalo exporta al país y que se reforzarán los controles sanitarios, según informa el portal de noticias UOL.
Una operación de la policía brasileña denominada "Carne Fraca" ("carne débil", en portugués) reveló que diversas empresas, como JBS y BRF —las principales del sector— adulteraban la carne con ácidos en niveles superiores a la normativa e inyectaban agua en pollos para aumentar su peso de forma artificial, entre otras presuntas irregularidades.