Netanyahu dio un ultimátum hasta mediados de la próxima semana al ministro de Finanzas, Moshe Kahlon, para lograr un acuerdo al respecto.
Los dos políticos se cruzaron acusaciones mutuas en los últimos días pero el viernes parecía que todo se había arreglado.
La actual Dirección de la radio y la televisión del Estado emplea a un millar de trabajadores.
Uno de los planes de Netanyahu es disolver esa Dirección y crear una nueva Corporación con menos empleados y con salarios más bajos.
Algunos analistas indicaron que en realidad el primer ministro está preocupado por la presión que está recibiendo del presidente norteamericano, Donald Trump, para reanudar las negociaciones con los palestinos, y que esta sería la verdadera causa de las dudas que ahora tiene Netanyahu.
Según esos analistas, si Trump incrementa la presión sobre Israel, Netanyahu no tendrá ninguna duda a la hora de convocar nuevos comicios y desbaratar de esa manera durante medio año la presión para reanudar las negociaciones con los palestinos.