Solamente trabajamos para llenar la memoria, dejando vacías la inteligencia y la conciencia
Michel de Montaigne, escritor y ensayista francés
Este nuevo modelo forma parte de la reforma educativa propuesta por Peña Nieto como una de las directrices de su Gobierno, y es el corolario de los múltiples foros que se llevaron a cabo por toda la geografía mexicana, cuyas proposiciones examinó el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Para un país que ocupa con irritante persistencia el último lugar en materia de educación entre las treinta y cinco naciones que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), para un país que en el siglo de la navegación satelital atraviesa a remos las procelosas aguas del conocimiento, resultaba impostergable la corrección del rumbo del navío para evitar su naufragio como nación.
Aunque México destina el 5,2% de su Producto Interno Bruto (PIB) al magisterio —uno de los porcentajes más altos entre los países de la OCDE—, los resultados de los exámenes internacionales que certifican la calidad de su educación evidencian la disparidad existente entre inversión y logros pedagógicos. Que buena parte de ese dinero se vaya en pagar salarios —en ocasiones muy altos a profesores alejados de la práctica del magisterio— explica en parte este desencuentro; que el país sea uno de los que más alumnos tiene por maestro (28 en primaria, 32 en secundaria), con el menoscabo que ello supone para la calidad del aprendizaje, le abona un obstáculo más al tema; que hasta la implementación de la reforma educativa un maestro era inamovible una vez que obtenía su plaza y no era sujeto de evaluación, habla de las carencias de un sistema educacional obligado a reformarse no solo por anticuado sino también por ineficiente en su objetivo: "contribuir a formar ciudadanos libres, participativos, responsables e informados, capaces de ejercer y defender sus derechos, que participen activamente en la vida social, económica y política de México".
Sierpes y águilas
De cualquier forma, por más objeciones que puedan esgrimirse, por más que los pesimistas se prodiguen en destacar la brecha existente entre la nobleza de los objetivos trazados y la mezquina realidad del sistema educacional mexicano, nadie puede desmentir la urgencia de reformar un ordenamiento pedagógico que en más de sesenta años no ha sufrido cambio alguno y se encuentra minado por el burocratismo, la exclusión por diversas condiciones, la herencia de las plazas de maestro y los rancios planes de estudios.
De ahí que también se adviertan complejos los retos que deberá enfrentar el Gobierno mexicano en su cruzada pedagógica, entre ellos el consolidar un escenario financiero que permita solventar todo el gasto que supone este Nuevo Modelo Educativo en materia de infraestructura, y el lograr extenderlo a todo el país dada la animadversión que suscita cuanto huela a reforma en materia de educación en estados como Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca, curiosamente los más atrasados en este rubro. De hecho ya la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en Oaxaca rechazó el Nuevo Modelo Educativo al que tachó de proyecto de "beneficio empresarial y no común".
En 'Post Bombum', un divertido cuento del escritor argentino Alberto Vanasco, tres sobrevivientes del apocalipsis nuclear tratan de recopilar los conocimientos que cada uno de ellos posee para trasmitírselos a sus hijos y garantizar la supervivencia de la Humanidad.
Sus hilarantes desatinos a la hora de recordar la información/educación recibida —"el cuadrado de 2 es 4, por lo tanto, para hallar el cuadrado de un número se lo multiplica por 2, ejemplo: el cuadrado de 8 es 16, el de 12 es 24, el de 24 es 48 (…)"; "Einstein (…) descubrió la relatividad, revolucionó la Astrología, decía que todo era relativo (…)", "la luz va a una velocidad de trescientos mil kilómetros por minuto (…), pero ponga una hora, por si acaso"— hacen del texto una aguda sátira contra las trampas de la memorización, esas que el Nuevo Modelo Educativo mexicano quiere desterrar para siempre de sus aulas espoleado por el francés Michel de Montaigne y bajo la sabia premisa del escritor y diplomático italiano Carlo Dossi de que "creer inteligente al que sabe muchas cosas de memoria es como considerar sabio al que tiene en su casa una gran biblioteca".