"Renuncio para mantener la unidad del partido, la disputa no es por la coordinación, sino por preservar la unidad del Grupo Parlamentario", dijo Barbosa a periodistas en el recinto parlamentario.
El expresidente del Senado (2014-2015) anunció además que 15 de los senadores de ese partido eligieron a Raúl Morón Orozco como nuevo coordinador del PRD, originalmente integrado por 22 asientos de los 128 legisladores de la Cámara Alta del Congreso, y ahora reducido a 19 curules por tres renuncias de sus integrantes.
El renunciante sostenía que no había contradicción en su apoyo al carismático líder que encabeza los sondeos hacia las presidenciales de 2018, empeñado en su tercera carrera presidencial, esta vez lanzada por su propio Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que fundó tras abandonar las filas del PRD en 2014.
Barbosa había apelado la decisión ante la Comisión Nacional de Garantías y ante la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial federal, pero con su reemplazo ese camino de rebeldía por su remoción ha sido cancelado.
Los dilemas de Barbosa
Tras apoyar al puntero en los sondeos de opinión hacia 2018, López Obrador, Barbosa había apelado la decisión ante la Comisión Nacional de Garantías y ante la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial federal, pero con su reemplazo ese camino de rebeldía por su remoción ha sido cancelado.
Los legisladores que reclaman autonomía legislativa de la dirección nacional del PRD, "somos amplia mayoría, es todo legal con base en los estatutos, somos 15 de 19 senadores, los que hemos tomado la determinación", dijo a su turno Morón Orozco.
El nuevo coordinador de los legisladores centroizquierdistas anunció además un diálogo con Padierna y con la presidenta de la dirección nacional del partido, Alejandra Barrales, que se enfrentaron a Barbosa hasta destituirlo.
Pero Barbosa no dio el paso esperado de renunciar al PRD para incorporarse a las filas de López Obrador, quien en 2006 perdió ante Felipe Calderón por el mínimo margen de 0,01% de los votos (unos 240.000 sufragios), y después ante el presidente Enrique Peña Nieto en 2012, denunciando supuestos fraudes electorales.
"Barbosa decidió apoyarnos, qué bien que tomó esa decisión, en Morena todos los hombres y las mujeres de buena voluntad tienen las puertas abiertas", dijo López Obrador.
"Ninguno de sus dirigentes puede pasar por encima de la dirección nacional del partido y de su vida institucional", dijo a Sputnik la semana pasada el expresidente nacional del PRD, y actual vicecoordinador de los diputados federales de la tolda amarilla, el exlíder comunista y exguerrillero en los años 1970, Jesús Zambrano.
La definición del PRD ante las elecciones presidenciales de 2018, "debe realizarse a la luz de una estrategia para establecer un gobierno de coalición con fuerzas democráticas, para introducir cambios en la vida económica y social de nuestro país", dijo Zambrano, quien presidió el PRD de 2011 a 2014.
Barbosa acusa de orquestar la decisión en su contra tomada por el Comité Ejecutivo Nacional del PRD, al jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, quien tiene aspiraciones presidenciales por ese partido que gobierna la capital desde 1990.
El voto de las izquierdas se partió cuando el PRD solo obtuvo 4,33 millones de votos (10,87% de sufragios), mientras que el partido de López Obrador le arrebató 3,34 millones de sufragios (8,39%) en el debut de su propia formación, el Movimiento de Renovación Nacional (Morena), lejos de los 14,75 millones de votos que logró López Obrador hace una década.