El canciller otomano planeaba acudir a un acto público en Róterdam para informar a los turcos con nacionalidad neerlandesa sobre las enmiendas constitucionales que se votarán el 16 de abril en un referéndum para convertir Turquía en un país presidencialista.
Las autoridades del país europeo monárquico tampoco dejaron entrar a la ministra turca de Familia y Política Social, Fatma Betul Kaya, a la que declararon "persona no grata" y deportaron a Alemania con una escolta policial.
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El incidente diplomático generó protestas ciudadanas en Róterdam que derivaron en fuertes disturbios que protestaban contra la decisión de las autoridades holandesas de impedir la entrada al ministro turco de Exteriores.
Conflicto y aislamiento
El experto del Centro de Investigaciones Árabes e Islámicas del Instituto del Oriente Medio, Borís Dolgov, señaló que las tensiones diplomáticas con una serie de países europeos podrían conducir a que Turquía no fuese vista más como un candidato para el ingreso en la UE y, en el caso de que no lleguen a provocar un conflicto grave, podrían conducir a su aislamiento.
"Considero que esta confrontación política y diplomática entre Turquía y Holanda, y luego con Alemania, puede conducir a la ampliación y continuidad de este conflicto, pero no creo que eso conduzca a una ruptura de las relaciones diplomáticas o medidas extremadamente severas", apuntó el experto.
Sin embargo, opinó Dolgov, "esta posición de Ankara y de una serie de países europeos, Holanda en particular, puede conducir a que Turquía no sea vista en la UE como un país que pueda ingresar en la unión, al menos en un futuro cercano".
Según Dolgov, "las relaciones entre Turquía y la UE, en particular Holanda y Alemania, probablemente empeoren en un futuro cercano".
"Esto conducirá si bien no a un conflicto, al menos a un aislamiento de Turquía por parte de la UE", aseveró.
El experto estimó que las acciones de las autoridades de Holanda y Alemania relacionadas con las declaraciones de los ministros turcos que buscaban hacer propaganda política a favor del referendo para ampliar las potestades del presidente son "bastante adecuadas".
"Se sabe que estos sucesos tuvieron lugar en Holanda, Alemania y Austria, este tipo de presentaciones de representantes turcos pueden desestabilizar la situación en estos países, tanto en Holanda, Alemania y Austria, por ello las acciones de estos países son totalmente legítimas, ya que no desean que los problemas internos trucos se extiendan a sus territorios", aseveró.
Las preocupaciones de Erdogan
"Ahora Erdogan trabaja ante todo en la política interna, su apoyo dista de ser absoluto, es cierto que ahora posiblemente lo apoye más del 50% de la población, pero existe el riesgo de que el referendo pueda tener lugar del modo que él no desea", señaló.
Para Nadéin-Raevski "todos los pasos que da ahora en Europa, los viajes y discursos de ministros en mítines, tienen un solo objetivo, intensificar el componente propagandístico sobre su población".
Por su parte, añadió el experto, la oposición turca "llama a todos a votar y hacerlo justamente contra la aprobación de estas enmiendas, con el argumento de que si no van a votar, Erdogan se hará con la mayoría".
"Tiene la costumbre de, al visitar la propia Alemania, dar lecciones a los turcos de cómo vivir, convencerlos de que no deben olvidar bajo ningún concepto sus raíces ni mezclarse con la población local y este es el tipo de arenga que no satisface para nada a los europeos", señaló.
Nadéin-Raevski añadió que en Europa viven muchas personas originarias de Turquía, pero ello no significa que el presidente turco pueda determinar los mítines o acciones masivas que se celebran en el territorio de otros países.
"Aquí también se plantea un tema de derecho internacional, ¿a santo de qué un Estado extranjero debe dictar a los europeos sus leyes, costumbres, llevar la propaganda y la agitación a su territorio?", cuestionó.
El interlocutor de la agencia considera que "mientras Erdogan logra en su propio país imponer sus intereses y estropear las relaciones con los europeos, la propia Europa no lo considera santo de su devoción".
"Si cuando él accedió al poder era visto como un nuevo fenómeno en Turquía, bastante progresista y que avanzaba hacia la democracia, ahora esta actitud cambió radicalmente debido a la persecución de periodistas, políticos, trastornos colosales que han sacudido Turquía y también las quiebras en la propia cúpula turca entre los partidarios de Erdogan y del predicador Gülen", aseveró.
Crisis y popularidad
"Los europeos buscan convertir a Turquía y Rusia en enemigos, y eso conducirá a una radicalización de la política europea, los países de la UE no son estados monoétnicos, los mismos trabajadores extranjeros que antes invitaron ellos mismos ahora son ciudadanos en plenitud de derecho y esto puede conducir a una fractura de la sociedad y a enfrentamientos", aseveró.
Según Ismail, "Europa siempre ha sido subjetiva respecto a Turquía".
"Si los políticos europeos piensan que de este modo debilitarán las posiciones de Erdogan y su partido, todo sucederá al revés, el líder turco, su partido y sus electores estarán más unidos, y hasta la oposición apoyó en este conflicto al partido gobernante", aseveró.
"Holanda no es el país con el que tener una crisis en las relaciones afecte a Turquía, tendrán lugar determinados gestos hostiles diplomáticos pero ya está claro que Holanda busca la reconciliación y una salida de la situación actual", concluyó.
El problema kurdo
Los kurdos representan un grave problema para Edogan como presidente turco, y eso, sin lugar a dudas, se aplica tanto a los que viven en Turquía como a los que viven en la UE, y este es otro punto que complica la situación e incide en el conflicto internacional, estimó el experto ruso Dolgov.
"La diáspora kurda está contra el otorgamiento de más poder al presidente, se opone a la política de las autoridades turcas que combate contra el movimiento nacional de las fuerzas kurdas… esto obliga a Erdogan a tomar medidas firmes, mostrarse como un líder que defiende los intereses turcos y en particular el referendo", señaló.
Si, por ejemplo, anteriormente los kurdos apoyaban a Erdogan, votaban por él y su partido, luego este apoyo se redujo a nada a consecuencia del fracaso de los diálogos sobre cese al fuego con los kurdos y la mejoría respecto a las políticas con los idiomas, aseveró el experto.
Las acusaciones de Erdogan
El domingo 5 de marzo Erdogán comparó la política actual de Berlín con "las acciones de los nazis en el pasado", hecho que generó gran malestar en Alemania.
Dolgov señaló que estas acusaciones tan graves contra Holanda y Alemania por parte de Turquía son inadmisibles.
En tanto, Nadéin-Raevski subrayó que "las ofensas que se permitió Erdogan, las acusaciones de fascismo, nazismo, son como una mirada en el espejo, porque el odio a quienes piensan diferente en Turquía es exacerbado, el odio a las minorías nacionales, la no aceptación de los derechos ajenos, incluyendo los derechos de los kurdos y no solo".
El experto recordó que "poco menos de la mitad de la población de Turquía no son turcos sino originarios del Cáucaso, la mayoría de los cuales olvidaron sus lenguas natales".