La mayoría de las entrevistadas dijo que no podía adherirse al paro femenino convocado a nivel global por cuestiones laborales. Sin embargo, todas reconocieron la importancia de la iniciativa.
"Yo no voy a parar pero me voy a vestir de negro porque hay muchas mujeres que son maltratadas. Me parece que los hombres tampoco tienen que ser maltratados, pero es el Día de la Mujer y paramos todas o nos vestimos de negro para intentar ponerle fin a esto, hacer que la sociedad no sea tan agresiva, mejorar", dijo a Sputnik la asistente social Jimena Alzabaray.
La violencia contra la mujer fue el reclamo más latente. Aunque muchas declararon no haber sido directamente víctimas de esa realidad, resaltaron que hay que manifestarse por todas. "Conozco a personas que pasan por eso [violencia] y es como si lo sintiera yo. Me pongo en el lugar de las demás", agregó la asistente social.
"Llegar a pegarle o a matar a una mujer está mal, ¡es así!", defendió la adolescente Florencia Míguez, de 14 años, casi molesta por tener que explicar algo que le parecía tan obvio. "Este 8 de marzo yo voy a las marchas en apoyo a todas las mujeres que han sufrido maltrato", añadió.
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"La agresividad psicológica también existe", irrumpió la docente Sonia Nietzel, en un rápido diálogo con Sputnik mientras su hermana, Mónica, destacó las desigualdades laborales como una violencia simbólica de discriminación.
"Por poder tener hijos ya se sabe que [las mujeres] tienen derecho a licencias y consideran mejor contratar a un varón porque piensan que va a faltar menos, que no tiene que ocuparse tanto de los hijos, no tiene licencia por paternidad", consideró Nietzel y opinó que también por ello "los varones siguen ganando más que las mujeres".
Para la jubilada Nobelia Costa, de 70 años, la lucha se mantiene necesaria a pesar de los avances que se han logrado en las últimas décadas, como la inserción de las mujeres en el mercado laboral. "Antes teníamos que estar en casa", recordó. A su juicio, la convocatoria de paro es importante para seguir reivindicando "derechos, más trabajo, más igualdad y más participación política" femenina.
"Que las mujeres entren a la política. Acá en este país no hay", afirmó en referencia al hecho de que Uruguay tiene uno de los peores indicadores de participación política femenina de América Latina, a pesar de haber aplicado una ley de cuotas en las últimas elecciones.
Una joven madre acompañada de su marido y su bebé conversó con Sputnik mientras caminaba apurada para buscar a su otro hijo en la escuela. Ante la pregunta que le fue hecha sobre si adhería al paro de mujeres convocado internacionalmente para este 8 de marzo, el esposo intervino: "¿Parar de qué?", cuestionó con un fuerte tono de voz.