Mutercimler cree que, en términos de seguridad territorial, hay una diferencia significativa entre el despliegue de tropas otomanas en Al Bab en el marco de la operación Escudo de Éufrates y la posible operación militar en Manbij.
"Así como fue correcta la decisión de las FFAA de Turquía de llevar a cabo una operación militar en Al Bab, de la misma manera podemos decir que es errónea la selección de Manbij como el próximo blanco de las tropas otomanas; [esta última] es una decisión estratégicamente desastrosa", observó.
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El ministro de Defensa turco menciona la "posible amenaza que se oculta tras la creación de un corredor kurdo en Manbij", recuerda el analista. Pero una operación militar no puede ser justificada con motivos hipotéticos, argumentó. Mutercimler añadió que, en este caso, todo esto se convierte en una maniobra peligrosa, que se enfrentará a la oposición de la comunidad internacional.
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Asimismo, subrayó que la cuestión de una ofensiva contra Al Raqa, la 'capital' de Daesh —autodenominado Estado Islámico, organización terrorista proscrita en Rusia y otros países—, ni siquiera debe formar parte de la agenda militar de Ankara.
Mutercimler explicó que, en dicho caso, los militares otomanos avanzarán más hacia el interior del territorio sirio.
"¿Qué va a pasar con los soldados [otomanos] cuando estén tan lejos [dentro del territorio de Siria] que ya no puedan regresar, porque resulten estar cortados del resto de sus tropas en el norte?", se preguntó Mutercimler, y agregó que la Jefatura Militar turca debe plantearse bien la idoneidad de una operación contra Al Raqa.
El experto pronosticó que los altos cargos militares rechazarán esta ofensiva oportunista, dado que la mayoría de ellos simplemente no respalda esta iniciativa.