Después de que Serguéi Shoigú, el titular de Defensa ruso, anunciara el despliegue de una división en las Kuriles, los medios japoneses empezaron a especular sobre un aumento de la presencia militar rusa en las islas.
Parece claro, supone Jun Kitamura, del periódico nipón, que "la presencia militar rusa en las Kuriles aumentará significativamente".
No obstante, para Tokio este hecho no implica ninguna presión por parte de Rusia, asegura el periódico, ya que, desde el punto de vista militar, "las Fuerzas Armadas rusas no tienen ninguna razón para intensificar su capacidad defensiva contra Japón".
La razón real son los submarinos norteamericanos patrullando la región noreste del Pacífico hasta las propias Kuriles que sirven de incentivo para que Moscú fortalezca su control sobre las islas, explica Jun Kitamura.
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"En caso de que los submarinos estadounidenses entraran en el mar de Ojotsk, se derrumbaría toda la estrategia rusa de defensa nacional", opina el periodista teniendo en cuenta la importancia del mar de Ojotsk para la fuerza nuclear estratégica del país eslavo.
Entre otras prioridades rusas en la región destaca el papel de las Kuriles como un "cimiento militar para tomar la iniciativa de explotar la Ruta marítima del Norte", según el artículo.
Dado lo mencionado, resulta poco probable que Moscú consienta ceder las islas, admite el periodista nipón, por ser ellas de suma importancia para la seguridad y estrategia rusa.
Por eso, todas las declaraciones de Tokio acerca de la 'devolución' de las islas actualmente son solo discusiones.
En este contexto, Japón debería dejar de "hacer malabares de palabras", afirma el periodista insinuando que "históricamente (…) se puede devolver territorios perdidos anteriormente por fuerza militar propia o con la ayuda miliar de un patrón".
No necesariamente debe ser una guerra, destaca el autor, sino la capacidad de ejercer una presión diplomática vinculada con la fuerza militar.
"Mientras solo haya negociaciones diplomáticas, Japón no se hará con las Kuriles. Esto hay que explicarlo al pueblo nipón. Además, el Gobierno debe ofrecer un plan detallado: qué hacer para recuperar estos territorios. Y luego mostrar determinación para seguir este curso, de ser posible esto", concluye Kitamura.
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