"Es necesario someter toda sospecha (sobre el uso en Siria de armas químicas) a una investigación detallada e imparcial, sobre todo", dijo.
"He visto esta declaración y la lamento mucho, porque estoy seguro de que tenía por objetivo confundir al público francés e internacional", dijo en una rueda de prensa tras negociar con su par salvadoreño, Hugo Martínez.
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En ministro refutó también afirmaciones de que Rusia quedó aislada por vetar la resolución.
"Seis de los quince miembros del Consejo de Seguridad de la ONU no apoyaron la resolución, tres votaron en contra y otros tres se abstuvieron, por eso hablar sobre un aislamiento o decir que Rusia impidió la aprobación de una resolución útil e importante es, como mínimo, injusto e incorrecto", explicó.
Precisó que el objetivo de la resolución presentada ante el Consejo de Seguridad de la ONU sobre nuevas sanciones contra Siria consistía en obstaculizar las negociaciones de Ginebra.
"El objetivo consistía no solo de dividir el Consejo de Seguridad, sino además enviciar el ambiente de las negociaciones sirias, donde apenas comenzaron a aparecer ciertos índices de movimiento hacia un acuerdo", dijo el ministro ruso.
Para Lavrov, la idea de imponer nuevas sanciones contra Siria "fue reanimada de pronto, y sin ningún procedimiento adicional ni negociaciones fue presentada rápidamente a votación, algo que se hizo, ante todo, con pleno entendimiento de que sería vetada".
Rusia y China bloquearon hace unos días la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para imponer sanciones contra los presuntamente involucrados en el uso de armas químicas en Siria.
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También votó en contra Bolivia, mientras que nueve miembros del Consejo apoyaron el documento y otros tres Estados —Egipto, Etiopía y Kazajistán— se abstuvieron.
El borrador de resolución, presentado por Francia y el Reino Unido, imponía sanciones a 21 personas físicas y jurídicas de Siria, que están supuestamente involucradas en el empleo de armas químicas en el país árabe en 2014 y 2015.
En los últimos meses, Rusia realizó intensas gestiones diplomáticas en cooperación con Turquía e Irán para lograr la retirada de grupos armados de Alepo y establecer un alto el fuego en Siria vigente desde el 30 de diciembre.
Además, los tres países lograron organizar en Astaná dos encuentros internacionales con la asistencia de representantes de Damasco y la oposición armada, que contribuyeron a la reanudación de las consultas sirias en Ginebra.
El Ministerio de Defensa de Rusia acusó con anterioridad a grupos radicales de haber utilizado sustancias tóxicas contra la población de Alepo y las tropas gubernamentales.