"Aumentan de 235.000 a más de 239.000 kilómetros cuadrados y de 38.844 millones a 42.681 millones de barriles de crudo equivalente de recursos prospectivos, distribuidos en todas las cuencas petroleras de nuestro país", declaró el titular.
A un ritmo de producción de 700 millones de barriles de petróleo crudo anuales, con una explotación diaria oficial de 1,92 millones de barriles diarios proyectada para 2017, esas cantidades representan un incremento suficiente para cinco años y medio para el décimo productor mundial y una vida de 60 años de sus campos de hidrocarburos, si no se incrementan los niveles de producción diaria promedio.
Esta proyección de los recursos energéticos, dijo Joaquín Coldwell, "trae certidumbre a la industria nacional e internacional y posiciona a nuestro país como un destino atractivo de inversión en las provincias petroleras mexicanas".
El Plan Quinquenal de Licitaciones para la Exploración y Extracción de Hidrocarburos 2015-2019, presenta un mapa geológico de los recursos fósiles con los bloques para la exploración y la explotación de petróleo, que México ha abierto a la inversión privada y extranjera desde la Reforma Energética aprobada en 2014 e implementada desde el verano de 2015.
Esa reforma histórica, puso fin a más de siete décadas de monopolio de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), permitiendo al estado mexicano firmar hasta la fecha contratos por casi 50.000 millones de dólares con las grandes petroleras del mundo para los próximos diez años.
Este año, la estatal Pemex pronostica que la producción nacional caerá a 1,92 millones de toneles por día, el nivel más bajo desde 1980, que es un 43 por ciento menos desde su pico histórico de producción de de 3,4 millones de barriles diarios, alcanzado en 2004, pero espera revertir esa tendencia en 2018.
Avanza apertura a inversión energética
El titular de la secretaría de Energía anunció además cuatro avances en materia de política energética y regulatoria, que consisten en cambios al sistema de nominaciones, futuras licitaciones, estandarización de criterios de precalificación por parte de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH, regulador estatal) y la Guía de Unificación de yacimientos compartidos.
La nueva estrategia del Plan Quinquenal incorpora mejoras que le faciliten a la industria la nominación de bloques de exploración y explotación petrolera.
"A partir de las nominaciones de la industria y de los análisis de los expertos de la secretaría de Energía y de la CNH, se diseñarán tres nuevas licitaciones" de los campos petroleros de México para la competencia de las petroleras, dijo el alto funcionario.
Las nuevas rondas después de las llamadas Ronda 1 y Ronda 2, amplían esta última, a la cual se añade una Ronda 2.4 para los campos petroleros en el lecho marino bajo las desafiantes aguas profundas (de 500 a 2.500 metros de tirantes de agua) en el mar territorial mexicano del Golfo de México, que comparte con EEUU y Cuba.
Esa misma nueva Ronda 2,4 incluirá contratos para los campos de campos terrestres no convencionales, es decir reservorios de rocas de esquisto que son explotadas con fractura hidráulica desarrollado en los vecinos campos de Texas, EEUU.
Otra ronda de licitaciones bautizada 3.1 será abierta para licitaciones petroleras convocadas para concursar por los campos bajo las aguas someras (hasta 500 metros de profundidad, cerca de las costas) y para áreas terrestres convencionales.
Finalmente la Ronda 3.2 será un concurso por contratos de aguas profundas y áreas terrestres no convencionales, dijo Coldwell.
Durante la evaluación del Plan Quinquenal se retomaron cuatro nuevos procesos de la Reforma Energética: en primer lugar la nominación de áreas petroleras de licitación y, en segundo, los comentarios específicos de las petroleras y participantes de la industria.
Asimismo, en tercer lugar, incluye el análisis de las encuestas a la industria y a los gobiernos de las entidades federativas con potencial petrolero.
Finalmente, contempla la actualización de la información geológica y geofísica que administra la CNH, como órgano regulador estatal encabezado por Juan Carlos Zepeda.
Con las nuevas inversiones, México perfila una nueva producción de unos 900.000 barriles diarios de petróleo (b/d), pero demorará más de una década en lograrse.
El petróleo bajo la aguas profundad requiere máxima tecnología de punta y tardará hasta 12 años en ser comercializado, desde los campos asignados a gigantes petroleras como las estadounidenses ExxonMobil y Texaco, la británica BP, la francesa Total, o la noruega Statoil, de acuerdo con un estudio oficial para inversionistas de finales de 2016, al cual tuvo acceso Sputnik.
La comercialización de petróleo en los campos de aguas someras, en otra región del sur del Golfo de México, podría comenzar en 10 años, es decir en 2026.
La más temprana de las explotaciones petroleras puede ocurrir en los campos de crudos no convencionales de rocas de esquisto, en la zona desértica del norte de México, una prolongación de las formaciones rocosas de Texas, EEUU, que podría empezar a producir en el 2019.
Todo eso si los precios siguen rondado los 50 dólares por barril: el precio de la mezcla mexicana de crudo se elevó a un promedio de 40,95 dólares por barril en el cuarto trimestre de 2016, frente a los 33,53 dólares del cuarto trimestre del 2015, mientras que este jueves cerró en 46,33 dólares.
