Otro millón aproximado de toneles sería producido en nuevos campos petroleros, en las aguas someras de esa región marina, es decir aguas poco profundas de hasta 50 metros de tirante de agua.
"La principal fuente del crecimiento futuro (de la producción de México) se estima que venga de los campos de aguas profundas y representan casi la mitad de los marítimos de producción de crudo para 2040", mencionó del organismo en París, que estima para entonces una producción de unos 2 millones de b/d en nuevos campos, desarrollados en las aguas territoriales mexicanas del Golfo de México.
Además, unos 400.000 b/d procederían de rocas terrestres de esquisto, que contienen hidrocarburos no convencionales, que ahora pueden ser explotados con tecnología de la costosa fractura hidráulica, que requiere precios arriba de los 50 dólares por barril o más para ser rentables.
La proyección indica que los poco más de 2 millones de barriles diarios que actualmente producen crudo y gas natural, marchan hacia su extinción, y solo podrán producir los alrededor de 200.000 b/d mencionados, de tal manera que más del 90% de la producción en 2040 procederá de nuevos campos desarrollados en aguas profundas y someras del Golfo de México, y crudos no convencionales en rocas bituminosas de esquisto.
Los fundamentos del futuro
Ahora la compañía compite con otras petroleras, luego de una reforma energética constitucional que abrió la industria a la inversión privada y extranjera, con lo cual "el sector energético de México está siendo completamente reestructurado", dijo la AIE.
El documento calcula que son necesarios 40.000 millones de dólares al año para todo el sector petrolero, mientras que las licitaciones emprendidas en julio de 2015 suman unos 7.000 millones de dólares, y en las licitaciones de campos de aguas profundas de diciembres próximo, el Gobierno espera unos 44.000 millones de dólares.
"Es una revolución lo que está pasando en este país, es un país moderno con muchas ambiciones y esperamos que el próximo año se vuelva un miembro completo de la Agencia", dijo en una presentación del informe el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.
El segundo, es el desarrollo de nuevos campos alrededor de los sobreexplotados reservorios principales actuales, tales como el prodigioso Cantarell —que llegó a producir alrededor de 2 millones en 2004 y ahora ha descendido a unos 200.000 b/d— y el vecino Ku-Maloob-Zaap, que también ha sido un campo generoso en las aguas someras del Golfo de México.
Finalmente, el tercer fundamento es la producción en campos terrestres, en formaciones de esquisto en el norte del país, y el enorme pero muy difícil yacimiento de Chicontepec, en el centrosur, donde varias petroleras han batallado con pocos resultados.
Inversiones para frenar la caída
La modernización de las seis refinería con que cuenta México podría elevar su productividad del 60% al actual al 90% en 2040, incrementando el volumen de petróleo procesado y "reduciendo las importaciones de gasolina a un tercio del consumo", puntualiza la AIE.
La producción mexicana de petróleo disminuyó a niveles de 2,11 millones de b/d al cierre de los primeros nueve meses de este año 2016, informó el lunes la petrolera estatal Pemex.
La reducción implica una caída de 150.000 barriles diarios entre enero y septiembre de este año.
La producción mexicana petrolera caerá aún más a 1,9 millones de b/d en 2017, la cifra de extracción de hidrocarburos más baja en 37 años.
La industria petrolera de México que llegó a aportar casi 40% del presupuesto del Gobierno federal durante una década, disminuirá el próximo año a solo 16%, según proyecciones oficiales, con precio estimado de 42 dólares por tonel.