"Devolvamos estas tierras a sus verdaderos dueños; en otras palabras (…) no deseamos permanecer allí, no es nuestro propósito", aseveró.
El presidente turco reiteró que la operación Escudo de Éufrates fue una acción inevitable.
Sin embargo, Erdogan aseveró que las tropas turcas podrían participar en la operación para liberar la ciudad siria de Al Raqa si se llegase a un acuerdo con Rusia y la coalición internacional encabezada por EEUU.
"Terminamos de liberar Al Bab, ahora, de ser necesario y previo acuerdo con la coalición, con Rusia, podríamos dar determinados pasos en dirección a Al Raqa, nuestras conversaciones con Rusia y por otro lado con EEUU y su coalición, son muy importantes", señaló.
Según el presidente turco, "no seguiremos como los observadores impasibles que fuimos durante largo tiempo".
Turquía comenzó a finales de agosto de 2016 la operación Escudo del Éufrates en el norte de Siria para reforzar la seguridad fronteriza, eliminar las amenazas terroristas a lo largo de sus fronteras de Turquía y apoyar a las fuerzas de oposición, principalmente el Ejército Libre Sirio (ELS).
El presidente de Turquía afirmó que la operación tiene como meta limpiar de terroristas un territorio de 5.000 kilómetros cuadrados y crear una zona de seguridad para la acogida de refugiados.
Lea también: Asesor de Erdogan: Turquía retirará sus tropas de Siria tras derrotar a Daesh
Los rebeldes sirios apoyados por Turquía arrebataron a los terroristas Al Bab, una ciudad estratégica que se encuentra a unos 40 kilómetros al noreste de Alepo y une los cantones de Afrin y Kobane, controlados por milicias kurdas.
La intervención militar turca provoca el rechazo de Damasco, que acusa a Ankara de vulnerar la soberanía nacional, y de los kurdos sirios porque, a su juicio, la operación apunta contra ellos más que contra los grupos yihadistas.