El representante oficial de la Iglesia Ortodoxa Rusa en la Tierra Santa señaló que la convivencia de los musulmanes y los cristianos en esta región debe percibirse como patrimonio de toda la Humanidad y los intentos de expulsar a los cristianos como un crimen de lesa humanidad.
Es una realidad que surgió de modo natural a lo largo de siglos y que no puede recrease de modo artificial, "en condiciones de laboratorio", agregó.
A su juicio, la amenaza proveniente de los extremistas cohesionó a los cristianos de Oriente Medio.
"Vi a los cristianos actuar en un frente único, se redujeron a la nada todas las contradicciones existentes entre el cristianismo occidental y el oriental ante la necesidad de resistir y conservar la inapreciable posibilidad de la convivencia formada a lo largo de siglos y convertida en esencia en el acervo de toda la Humanidad", reveló.