La tramitación parlamentaria ha alcanzado la fase de comité, cuando se procede a un “examen detallado del texto” que se limita a 137 palabras en esta ocasión.
“No hay selección de enmiendas, ni un tiempo límite de debate y todos los miembros pueden participar en el mismo”, señala la web oficial.
El Gobierno está en minoría en esta cámara de 805 representantes en el momento presente: 252 tories; 202 laboristas; 178 independientes; 102 liberal demócratas; 31 no afiliados; 26 obispos; y 14 de pequeñas formaciones.
La garantía unilateral de los derechos de residencia, trabajo y asistencia social de los ciudadanos de la UE asentados en Reino Unido destaca entre las enmiendas factibles de ser apoyadas por lores de todas y ninguna afiliación política.
También cuenta con respaldo de ex ministros conservadores una demanda respecto a la reafirmación de la soberanía del Parlamento sobre las negociaciones del ´divorcio´ y los términos del acuerdo que el Ejecutivo alcance con el club de Bruselas.
Otras propuestas abordan la continuidad en el mercado único o las implicaciones del Brexit en el proceso de paz irlandés.
“Si nos equivocamos en esto (el objetivo de la negociación) puede ser peligroso para Reino Unido, pero para Irlanda del Norte puede ser políticamente letal”, advirtió Peter Hain, ex ministro en el conflictivo territorio después de la firma del Acuerdo de Paz de Viernes Santo de 1998.
Los controles se desmantelaron con el proceso de paz, pero un Brexit duro puede forzar su reinstalación para controlar la circulación de trabajadores y bienes en lo que será frontera externa de la UE.
“Hay ahora una amenaza real a las instituciones (autonómicas) creadas en el Acuerdo de Viernes Santo y a la frontera abierta en Irlanda”, resalta la Sociedad Irlandesa del Partido Laborista (LPIS, por sus siglas en inglés) en un informe remitido a los lores al que Sputnik ha tenido acceso.
Los lores continuarán los debates y posibles votaciones de enmiendas los próximo 2 y 7 de marzo.
Cualquier modificación del escueto texto forzaría el retorno del proyecto de ley a los Comunes, donde la enmienda se anularía dada la mayoría gubernamental.
Es posible también que May claudique en algunas demandas, ofreciendo garantías sin necesariamente alterar el texto legislativo.
La primera ministra mantiene el objetivo de activar el Artículo 50 “antes de finales de marzo”.