El periódico anota que los militares rusos y sirios han desplegado en el país árabe significativas fuerzas de sistemas de defensa antiaérea para proteger las instalaciones más críticas.
"Si nos fijamos en varias zonas de Siria, veremos una amenaza antiaérea bastante densa. (…) Tratamos de apaciguar los conflictos. Por supuesto, tratamos de asegurarnos de que saben que no deben revelar nuestros aviones, pero estos sistemas están operando en ese ambiente. (…) Sus radares están activos", expreso Carsley.
Las naves F-35 de modificación A (versión simple, para exportaciones) se declararon aptas para operar en condiciones de combate en agosto de 2016. Las versiones para el uso en las Fuerzas Aéreas de los propios EEUU aún se encuentran en proceso de terminación. Anteriormente la compañía fabricante Lockheed Martin anunció que su programa reducirá los precios después de la intervención directa del presidente Donald Trump.