"Mantenemos una actitud muy cauta ante esas propuestas porque no entendemos de qué se trata", dijo Borodavkin a los periodistas.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, admitió a finales de enero pasado que la creación de zonas de seguridad en Siria podría estudiarse en cooperación con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), pero subrayó que sería necesario acordar la iniciativa en sí y todos sus detalles con Damasco.
Anteriormente, el presidente de EEUU, Donald Trump, confirmó que Washington se propone crear en Siria zonas de seguridad para la acogida de desplazados internos.
La intervención militar turca provoca el rechazo tanto de Damasco, que acusa a Ankara de vulnerar la soberanía nacional, como de los kurdos sirios porque, según señalan, la operación apunta contra ellos más que contra los grupos yihadistas.
Según los datos de altos cargos de la ONU, entre 300.000 y 400.000 personas perdieron la vida en el conflicto.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) calcula el número de desplazados internos en Siria en torno a 6,5 millones, incluyendo 2,8 millones de niños.