El comunicado estadounidense comunica que los dos líderes mantuvieron una conversación telefónica, en la que destacaron la importancia de fortalecer los esfuerzos conjuntos para combatir la extensión del terrorismo islamista.
"El presidente requirió y el rey acordó apoyar zonas seguras en Siria y Yemen, así como respaldar otras ideas para ayudar a muchos refugiados desplazados por los actuales conflictos", dijo la Casa Blanca.
Rusia mira con cautela la iniciativa estadounidense de crear zonas de seguridad en Siria.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, sugirió a la Casa Blanca calcular el posible impacto de la medida para no agravar la situación.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas.
Según los datos de altos cargos de la ONU, entre 300.000 y 400.000 personas perdieron la vida en el conflicto.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) calcula el número de los desplazados internos en Siria en torno a 6,5 millones, incluyendo 2,8 millones de niños.