Cada vez más países aspiran a acabar con el flujo de noticias falsas, especialmente las que se propagan a través de las redes sociales. Muchos de ellos barajan la posibilidad de aplicar una censura estricta a los servicios que actúan en internet.
"De hecho, las aspiraciones a introducir censura en las redes son muy fuertes en muchos países que quieren acabar con las noticias falsas, aunque, en realidad, ello les sirve de excusa para limitar y controlar internet", explica Debenedetti.
"Necesitan censurar la red a causa de las políticas nacionales con el fin de utilizar este recurso en el juego interno de las luchas por el poder", afirma.
Sin embargo, Debenedetti explica que es imposible censurar la red global, ya que eso contradice su propia naturaleza.
"El único método de combatir las 'fake news' es contratar a periodistas profesionales capaces de verificar las noticias antes de publicarlas", aconseja el experto.
"Desde 2014 se desató una guerra mediática contra Rusia… Algunos periodistas occidentales creen en cualquier noticia negativa sobre Rusia sin pensar en verificar esa información", constata el especialista, ejemplificándolo en un caso en su propia carrera. Después de crear un perfil falso en Twitter de Wilbur Ross, nombrado por Trump para la Secretaría de Comercio, los periodistas estadounidenses le empezaron a escribir en relación con la financiación de la campaña electoral del nuevo mandatario.
"No me preguntaron nada, salvo '¿lo confirma usted?'. Ellos querían confirmar sus teorías sobre la injerencia rusa, pero ni siquiera se les ocurrió verificar la cuenta de su fuente en Twitter", explica.
Desde una cuenta falsa de la editorial Alfaguara, el periodista extendió también el rumor de que el escritor peruano Mario Vargas Llosa, ganador del premio Nobel de Literatura, había fallecido a causa de un infarto. Este no ha sido el único 'entierro' prematuro del que ha 'informado' en exclusiva Debenedetti, que también 'anunció' la muerte en las redes de Thomas Pynchon, Pedro Almodóvar, Fidel Castro y J.K. Rowling, por citar solo algunos nombres.