"Para nosotros sería un triunfo que Vladímir Putin viniera a conocer nuestro pueblo porque aunque ya cruzados con los criollos, recordamos y tenemos mucho respeto para la historia de nuestros padres y abuelos", dijo Alejandro Sabelin, vicepresidente del Centro Cultural Máximo Gorki de San Javier, cuyos abuelos vinieron al país sudamericano en 1913 con otras 300 familias rusas.
Sabelin realizó esta declaración después de que el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, invitara a su homólogo ruso a visitar el país sudamericano y, concretamente, la comunidad rusa que vive en San Javier.

Vázquez destacó durante el encuentro con Putin que los habitantes de esa pequeña localidad a orillas del río Uruguay "llevaron su cultura, sus costumbres, su forma de ser, y enriquecieron a la sociedad uruguaya".
"Somos un pueblo chico, pero creo que nos merecemos como sanjavierinos, como nietos de los rusos que vinieron, que nos visite Vladímir Putin", dice.
La visita del presidente ruso ayudaría a mejorar los vínculos culturales entre los habitantes de San Javier y la tierra de sus ancestros, asegura Sabelin, pero destaca que los lazos ya existen porque los habitantes mantienen viva la cultura a través de bailes, comidas y canciones.
El Centro Máximo Gorki también alberga a Kalinka, el grupo de danza local, entrenado por una coreógrafa rusa que viene a Uruguay una vez al año.
"Lo que nos hace falta mejorar en primer lugar es el idioma ruso que se está perdiendo, lamentablemente", señala Sabelin, explicando que él maneja el idioma y a veces está de traductor porque sus padres siempre le hablaban en ruso en casa.
"En el Puerto Viejo, donde desembarcaron nuestros abuelos hace más de cien años, tenemos termas de agua caliente y tal vez la visita del presidente ruso atraería inversiones para desarrollarlas", afirma Sabelin, pero agrega que "es mucho pedir que venga Vladímir Putin".
En el marco de su visita oficial a Rusia, Vázquez se reunió el miércoles con los descendientes de San Javier en Moscú.
La mayoría de ellos se mudaron a la Unión Soviética en los años 1960 tras una estrategia de propaganda propiciando la repatriación que coincidió con la crisis económica en el país sudamericano.
"Es muy importante que los compatriotas que se fueron de San Javier y que viven allá puedan tener una comunicación con nuestro presidente, que quiere saber cómo viven y cómo trabajan", cuenta Sabelin.

Tabaré Vázquez es el segundo presidente uruguayo que viaja a Moscú, precedido en 1988, en tiempos de la URSS, por Julio María Sanguinetti.
La visita del mandatario coincide con el 160 aniversario del establecimiento de relaciones bilaterales.