"Hasta que no se firme un contrato establecido, donde todos los trabajadores lo aprueben, la huelga no se depone, porque a la compañía no le creemos", señaló el vocero del sindicato de Escondida, Carlos Allendes, al Diario Financiero.
Para este 15 de febrero estaba fijada una mesa de negociación entre la multinacional BHP Billiton y los manifestantes, donde el Gobierno actuaría como mediador.
Hace casi una semana que las labores de extracción de cobre en Escondida se mantienen detenidas, un hecho que podría tener efectos negativos en el crecimiento económico del país a mediano plazo, sostienen los expertos.
Los dirigentes del sindicato de Escondida, que agrupa a más de 2.500 trabajadores movilizados, dialogarán en Santiago con las autoridades del ministerio del Trabajo.
Los trabajadores de Escondida, donde la empresa de origen australiano-británico tiene una participación de un 57,5%, exigen un bono de 25 millones de pesos (39.000 dólares), además de un 7% de reajuste salarial.
El gremio sindical, que se adhirió a la manifestación en un 99%, busca también impedir que se agreguen más horas de faena a la jornada laboral y que se rebajen los sueldos hasta en 200.000 pesos (307 dólares) por persona, como pretendería el empleador, detalló Allendes.
Por su parte, BHP Billiton ofreció un bono de 8 millones de pesos (12.000 dólares) y desestimó el incremento salarial para sus empleados, una opción que fue rechazada de manera transversal por los huelguistas.
El Gobierno, que aboga por un pronto acuerdo y actúa como mediador, ahora busca una nueva fecha para entablar la mesa de negociación con las partes aludidas.
Escondida, que concentra un 18% de la operación de cobre a nivel nacional, registró al tercer trimestre de 2016 una producción del metal de 762.384 toneladas métricas, mientras mantiene un promedio anual superior al millón de toneladas de extracción.