"Fuentes de la Cancillería peruana informaron que el presidente Kuczynski solicitó a Donald Trump evaluar, en el marco de las competencias que la ley de migración de ese país brinda al Departamento de Estado, la opción de deportar a Toledo al Perú, a fin de que sea sometido a la justicia", informó la agencia estatal de noticias Andina tras una conversación telefónica de los dos líderes.
Los presidentes también analizaron las relaciones entre Perú y EEUU y las vías para profundizarlas en los ámbitos como la defensa de los principios democráticos y la lucha contra la corrupción.
Toledo, que fue presidente de Perú entre 2001 y 2006, está acusado en su país de haber aceptado 20 millones de dólares en sobornos de la empresa brasileña de construcción Odebrecht a cambio de concederle el suculento contrato para construir una autopista entre Brasil y Perú. Él niega todas las acusaciones.
Según diversos medios de comunicación, el expresidente reservó un billete para un vuelo de San Francisco (EEUU) a Tel Aviv y tenía previsto llegar a esta ciudad israelí el domingo.
Sin embargo, el Ministerio de Exteriores israelí declaró que el expresidente peruano no se encontraba en el vuelo en que se suponía que viajaba.
Toledo habría elegido Israel como destino porque este país no tiene acuerdo de extradición con Perú y porque su esposa, Eliane Karp, tiene pasaporte israelí.
Sobre Toledo pesa una orden de arresto internacional y la justicia peruana ha ofrecido una recompensa de 30.000 dólares por su captura.
El Gobierno estadounidense informó de que no pensaba impedir que Toledo embarcara en el avión hacia Tel Aviv, a pesar de las protestas de Kuczynski.