"Dos medios importantes, Sputnik y RT, que pertenecen al Estado ruso, a diario difunden y propagan noticias falsas, después esas noticias se toman y se citan, y pesan sobre nuestra vida democrática", cita el canal televisivo France 2 a Ferrand.
Para el diputado, la actitud de Rusia ante Macron se asemeja a la campaña que tuvo lugar durante los comicios presidenciales en EEUU, supuestamente encaminada a desvirtuar a la candidata democrática, Hillary Clinton.
Al responder a la pregunta si Moscú está interesado en el fracaso de Macron, Ferrand advirtió que no puede afirmar eso, pero sí asegurar que tuvieron lugar múltiples ataques hackers de las bases de datos francesas, "y todos provenientes de dentro de las fronteras rusas".
La conspiración se desmorona: ¿quién es el verdadero 'agente de Putin' entonces? https://t.co/QEV2LQWOgd pic.twitter.com/Z8bKof4cSD
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 2 de febrero de 2017
El ayudante de Macron advirtió que reforzará la seguridad de las bases de datos de su movimiento político.
Las dos rondas de las elecciones presidenciales en Francia se celebrarán el 23 de abril y el 7 de mayo de 2017.
En la segunda ronda electoral, según el sondeo, Macron obtendrá la revancha al obtener el 65% de los votos contra un 35% de la líder del Frente Nacional.
No es la primera vez que los países occidentales arremeten contra los medios de información rusos.
El 23 de noviembre pasado el Parlamento Europeo aprobó una resolución en la que acusó a Rusia de llevar a cabo una "propaganda hostil" contra la UE con la ayuda de los medios de comunicación, entre ellos la agencia Sputnik y la cadena televisiva RT, e instó a los países miembros a tomar medidas para contrarrestarla.
Ya el 6 de enero la CIA, el FBI y la controvertida NSA (la Agencia de Seguridad Nacional que se vio en el ojo del huracán por su programa secreto de espionaje electrónico masivo) publicaron un informe en el que arremetieron nuevamente contra Moscú por su supuesta injerencia en las elecciones estadounidenses sin presentar pruebas algunas.
Del texto se deduce que basaron su investigación en los reportajes de la televisión rusa y mensajes publicados en las redes sociales.
El Kremlin calificó de absurdas esas imputaciones, y aseguró que se difunden para desviar la atención.