"Nuestro relevamiento indica que 57 mujeres fueron asesinadas desde el 1 de enero y hasta el 12 de febrero de este año", dijo a Sputnik Nóvosti el presidente del Instituto de Políticas de Género Wanda Taddei, el abogado Julio Torrada.
Hasta 2016 se calculaba que cada 30 horas moría una mujer en Argentina a manos de su pareja o expareja, según datos de la Corte Suprema, pero el aumento de la violencia contra las mujeres ha incrementado a su vez el promedio de feminicidios durante este año.
Ahora una mujer es asesinada cada 18 horas, de acuerdo al promedio realizado por el instituto.
"Estamos revelando estos datos para que las autoridades nacionales tomen mensura de la gravedad del problema", manifestó Torrada.
A su vez han crecido los denominados feminicidios vinculados, que se dan "cuando el violento también mata a las personas que más quiere la víctima", explicó el abogado.
Eso fue lo que sucedió hace unos días en el municipio bonaerense de Hurlingham, cuando un hombre mató a disparos a su esposa, a su suegra, a la hermana de su mujer y a su respectivo marido, y a otro cuñado.
En la provincia de Buenos Aires, donde viven cerca de 13,5 millones de personas, se realizan 420 denuncias por violencia machista al día, de acuerdo al registro que brinda el Instituto Wanda Taddei.
"Eso tiene una consecuencia negativa, porque ésas mujeres que se animan a denunciar, si no tienen una respuesta satisfactoria, no sólo no denuncian más, sino que su entorno social más cercano tampoco lo dice", lamentó Torrada.
La organización lleva el nombre de Wanda Taddei, en honor a la mujer de 29 años que en 2010 fue quemada por su pareja, el músico Eduardo Vázquez.
Causas
Uno de ellos es la correcta tipificación de este tipo de delitos, antes catalogados como "crímenes pasionales" por parte de las clases gobernantes, los medios de comunicación y la propia justicia.
"Cuando ahora aparece una mujer muerta en situaciones no explícitas, la justicia se orienta a investigar lo que podría ser un femicidio", prosiguió el abogado.
La visibilización que han adquirido estos asesinatos en la prensa y el trabajo de muchas organizaciones no gubernamentales han contribuido a una mayor concienciación de la sociedad.
Este instituto ha detectado, en todo caso, un aumento de la violencia "que va de la mano con el aumento del consumo de drogas y alcohol", afirmó el titular de la entidad.
"Hay una dosis de impunidad porque ante la falta de una presencia activa del Estado, el que pega sabe que no le pasa nada, entonces sigue pegando", detalló Torrada.
Aunque el Estado haya avanzado al crear comisarías y refugios para la mujer, no ha incorporado medidas para solucionar a fondo este asunto, indicó.
Denuncias
"En el marco de cómo opera y cómo trabaja el violento, nunca asesina abruptamente, sino que el femicidio es la consecuencia y el corolario de muchos años de palizas", constató.
El último caso que se conoce ocurrió el lunes, cuando un albañil mató a puñaladas a su mujer y huyó con su hija de tres años.
El hombre, que acumulaba varias denuncias por violencia machista, fue detenido durante la jornada.