"Me hicieron sacar (enfadar)", se justificó el homicida Daniel Salazar, de 30 años, según recogieron medios nacionales como el canal C5N.
Cuádruple femicidio: mató a su mujer, su beba, su suegra y su cuñada https://t.co/6Y7caLQIQu pic.twitter.com/LFkpbd15L0
— C5N (@C5N) 23 de octubre de 2016
El director del hospital pediátrico mendocino "Humberto Notti", Raúl Rufeil, explicó este lunes que los dos menores "están en terapia intensiva, conectados a un respirador", aunque el pronóstico de ambos es reservado.
"El paciente de 11 años tenía una laceración hepática y una peroración gástrica que ya fue reparada, mientras que la nena de ocho meses presentó cortes cervicales y se comprobó que no tenía ninguna lesión de la vía aérea ni de los bazos", explicó el médico en declaraciones a Radio Belgrano.
Salazar, profesor de artes marciales, se dirigió el domingo a la vivienda de su expareja, en la localidad mendocina de Godoy Cruz, para cuestionar la paternidad de la bebé.
Un niño de ocho años, hermano de los otros dos niños heridos, pudo alertar de la masacre que perpetró la expareja de su madre al esconderse en el maletero de un automóvil y avisar a un familiar, quien se puso en contacto con la policía.
Tras buscar al niño sin éxito por la casa, el feminicida abandonó la vivienda dejando el gas abierto y una vela encendida.
Salazar fue detenido horas después en un hospital de la localidad, al que se había dirigido para ser atendido por un corte en el brazo.
El triple asesinato ocurrió cuatro días después de la multitudinaria manifestación para exigir medidas contra la violencia machista, bajo el lema "Vivas nos queremos".
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Cada 37 horas muere en Argentina una mujer víctima de un feminicidio, según el último informe de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema publicado a mediados de junio