A los 1.200 policías que patrullaron las calles — en un día normal suelen ser 2.000 — hay que sumar los 3.000 integrantes del Ejército y de la Fuerza Nacional que están en el estado desde que empezó la crisis la pasada semana.
El 13 de febrero el 99% de la flota de autobuses del área metropolitana de la capital, Vitória, volverá a circular, según el sindicato de trabajadores del sector, y se espera que también funcionen con normalidad escuelas y centros de salud, que la semana pasada cerraron sus puertas por precaución.
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El servicio de Correos también se retomará el 13 de febrero y la patronal de los comerciantes, Fecomercio-ES, recomendó que las tiendas vuelvan a la actividad, después de varios días con las persianas bajadas por miedo a los saqueos.
Las mujeres de los policías siguen en las puertas de los cuarteles para revindicar un aumento salarial del 43% para sus maridos, referente a las pérdidas de los últimos seis años.
Remarcan que esto es innegociable, igual que la amnistía de todos los policías y mujeres que participaron en la movilización en los últimos días.
El pasado viernes el gobierno de Espírito Santo informó que acusará de crimen de motín y revuelta a 703 policías, lo que podría costarles hasta 20 años de prisión.
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Además, la Procuraduría General de la República estudia llevar este delito al ámbito federal para poder exigir a las esposas de los agentes que paguen por el coste del envío de las tropas nacionales a Espírito Santo.