Habida cuenta de que los medios estadounidenses trazan frecuentemente paralelismos entre el ganador de los comicios presidenciales en EEUU, Donald Trump, y la candidata a la Presidencia de Francia, Marine Le Pen, Google y Facebook —cuyos creadores han adoptado una posición enérgica contra las iniciativas de Trump— se han convertido en los encargados de vigilar la imparcialidad y verificar la información en los medios franceses.
"El hecho de que las corporaciones estadounidenses gocen del apoyo de esos medios intentando desestabilizar la política gala es muy, muy preocupante (…) Creemos que es anormal", declaró Rodríguez en una entrevista a Sputnik.
EEUU es "especialista en la manipulación", lo que se manifestó claramente en su cobertura de "los conflictos en Siria y Ucrania", destaca el activista.
"En cualquier caso, ¿quién se arrogaría el derecho de juzgar qué es verdad permaneciendo a 2.000 kilómetros del lugar donde se producen los acontecimientos? Es un problema grave. Todos sabemos cómo los medios de EEUU o patrocinados por ellos hacen de todo para manipular la información", concluye el político.
"Es indignante que las empresas de internet no solo se arroguen el derecho de actuar como policía sin que tengan los rasgos apropiados para ello, sino también que tengan la posibilidad de propagar información falsa ellos mismos", explicó a Sputnik Collard.
Cabe suponer que los medios, arrinconados por las redes sociales y las nuevas fuentes de información, temen perder su influencia y "se arrogan un poder inquisitorial a fin de presionar a la opinión pública" a favor de un cierto candidato o una cierta opinión. "Es inadmisible", advierte Collard.