Sin embargo, las escuchas fueron filtradas a los medios de comunicación sin autorización judicial. A fines de enero se filtró un audio con una llamada y el 7 de febrero el portal Infobae publicó transcripciones a las que supuestamente tuvo acceso. En ellas, la expresidenta profiere insultos a dirigentes del Partido Justicialista.
Más: Fiscal de Argentina pide juicio para la expresidenta Kirchner
"Siguieron con las escuchas aún cuando Ibar Pérez Corradi estaba detenido. Además de eso, Oscar Parrilli ya no tenía nada que ver, porque había dejado de ser funcionario. De manera que toda la orden de escuchar parece ilegal en sí misma, porque da la impresión de que escuchando al secretario de la expresidenta lo que querían escuchar era a la expresidenta", valoró Kollmann.
Según Kollmann, no se trató de un pedido de intervenir en la Justicia sino de "una forma de hablar". Debido a que al momento de las conversaciones ni Kirchner ni Parrilli formaban parte del Gobierno, "ya no tenían ningún poder".
"Lo que quería decir (la expresidenta) es que hicieran presentaciones para que de una vez por todas llamen a declarar al poderoso exagente de la SIDE Stiuso, que cuenta ocho causas en su contra y nunca lo llamó ningún juez a declarar", interpretó el periodista.
"No hay ninguna duda de que es la política lo que está atrás: es el espionaje a la expresidenta. Es una ofensiva para meterla presa. Para mí está bastante claro que van hacia ese lado", concluyó.