Aunque los alemanes habían sido derrotados en Stalingrado, seguían siendo una amenaza para la URSS. La única manera de evitar este peligro era destruir a las tropas nazis en el este de Europa y avanzar hacia Berlín, pero ¿cómo lo harían?
1. Venganza soviética
El mando soviético, en la primavera de 1944, planifica una ofensiva en masa conocida como Operación Bagratión (en honor a un príncipe ruso que había luchado contra Napoleón). La fecha del ataque sería el 22 de junio, tres años después del inicio de la invasión nazi de la URSS.
¿Qué hacer entonces?
Stalin decidió sorprender al enemigo atacando por donde menos se lo esperaba, en Bielorrusia. El Ejército Centro, que coordina a todas las fuerzas alemanas en el este de Europa, es un hueso duro de roer. Bajo el mando de Ernst Busch, con gran cantidad de tropas de élite y ubicado en una zona casi inexpugnable, el río Prípiat, habían infligido derrota tras derrota a la URSS.
Si el Ejército Centro caía, la URSS podía acorralar a las tropas del Ejército Norte, y comprometer la defensa de Ucrania por parte del Ejército Sur. Sería una catástrofe.
A eso hay que unir el desembarco de Normandía del 6 de junio de 1944, que hizo que gran parte de la aviación y los panzer fueran enviados a defender Francia.
Stalin destina 2,3 millones de soldados, 5.800 tanques y 7.000 aviones para el combate, agrupados en 200 divisiones. Los nazis tienen 400.000 soldados, 118 tanques y 602 aviones.
Con todo planificado, es la hora de la batalla. Y los soldados soviéticos empuñan las armas con furia… la venganza contra los nazis se acerca.
Pero primero hay que superar un obstáculo muy complicado: el río Prípiat.
2. Rio Prípiat
La única forma es engañar a los nazis de una manera tan magistral que no supieran de la ofensiva hasta el último momento, cuando ya fuera demasiado tarde para reaccionar, cosa complicada, habida cuenta de las dimensiones de la operación.
Pero ya lo dice el dicho: 'De la necesidad nace el ingenio'.
3. Maskirovka
Primero, se despliegan seis unidades de blindados en Ucrania. Los nazis creen que van a atacar y mandan refuerzos inmediatamente, debilitando su defensa en Bielorrusia donde los soviéticos tienen planeado atacar.
Luego se reduce el tráfico de camiones en Bielorrusia, mientras que se incrementa en Ucrania. Lo que los nazis no saben es que los camiones con destino a Ucrania están vacíos y los de Bielorrusa llenos de soldados.
Las órdenes se dan verbalmente o por escrito con mucho tiempo de antelación, para así evitar que sean interceptadas por el enemigo.
Estas medidas consiguen su objetivo: los nazis son engañados completamente.
4. ¡A la batalla!
Con las tropas alemanas engañadas, el 23 de junio empieza la ofensiva, para la que se usa la táctica soviética del avance en profundidad. Los soviéticos atacan Bielorrusia sobre los ciudades de Minsk, Babruisk y Vitebsk.
Vitebsk, tras duros combates y una feroz resistencia nazi, cae el día 27 de junio, provocando la desbandada de las tropas alemanas.
En Babruisk, los soviéticos cercan a los nazis en una bolsa, que atrapa a 50.000 soldados. Estos se abren paso a la fuerza y consiguen escapar hacia Minsk con numerosas pérdidas, encontrándose la ciudad bajo asedio.
En Minsk, ambos bandos luchan ferozmente, y llegan incluso a los combates cuerpo a cuerpo con bayonetas en algunas áreas. A pesar de la inferioridad numérica alemana, las bajas soviéticas eran abundantes, ya que los nazis estaban completamente rodeados y sabían que no tenían escapatoria.
Los nazis hacen un repliegue desesperado, los soviéticos aprovechan y lanzan una ofensiva en profundidad hacia Lituania, que hace retroceder al grupo de Ejércitos Norte y tiene como consecuencia la reconquista de los países bálticos.
Ante la nula oposición alemana, los soviéticos siguen extendiéndose, y en unión con los partisanos polacos, se apoderan de Varsovia en agosto.
El 29 de agosto, ante el riesgo de sobreextender las líneas de batallas, la URSS detiene el avance: la Operación Bagratión había finalizado.
5. Hundimiento del III Reich
Las consecuencias de este enfrentamiento fueron catastróficas para los nazis. En menos de dos meses, los alemanes sufrieron 350.000 bajas, entre muertos y heridos. Más que Stalingrado y Normandía juntas. Las pérdidas de material fueron muy graves, se perdieron cerca de 2.000 vehículos de todo tipo, y la poca aviación que quedaba en el frente este.
Fotos: Batalla de Stalingrado
Territorialmente, la URSS llegó en dos meses hasta la frontera con Alemania antes de la guerra. Fue una reconquista espectacular, el triunfo de la técnica soviética de la maskirovka y el avance en profundidad.
Políticamente, Rumanía y Bulgaria abandonaron la alianza con el III Reich, lo que permitió avanzar sin dificultad hacia los Balcanes.
En la Operación Bagratión, Alemania envío el 75% de sus fuerzas militares contra el 25% del Desembarco de Normandía. Si los soviéticos no hubiesen realizado esta ofensiva, Francia no hubiese sido liberada y la historia habría cambiado.
Recordemos el Día D soviético que salvó el mundo.
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