Según el informe de AI unas 13.000 personas, en su mayoría civiles opositores al Gobierno sirio, fueron ejecutadas entre 2011 y 2015 en la cárcel de Saidnaya cerca de Damasco.
"Son datos terribles, aterradores que desgraciadamente confirman lo que escuchamos antes", dijo Wallstrom a la radio sueca SR.
Según Wallstrom, una de las medidas contra los responsables de las ejecuciones podría ser llevar el caso a la Corte Penal Internacional.
La ministra también llamó a que se tomen medidas en contra de los responsables de las torturas en las consultas sobre la solución de la crisis siria a finales de febrero en Ginebra.
Por su parte, el senador ruso Konstanín Kosachov, dijo que este informe de AI es parte de una guerra informativa contra las autoridades sirias, que provocó la guerra civil en el país árabe, que continúa desde 2011.