Este antagonismo, explicó Merino, Doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de La Plata, se refleja en todos los campos.
"Hay dos guerras: las que plantean los globalistas, son como las de Siria o Libia, guerras de cuarta generación, amplias, que buscan penetrar en el territorio enemigo en todos los frentes y destruir su voluntad política. Se usa desde el golpe de mercado, las revoluciones de colores, los drones o las técnicas informáticas. En cambio, los americanistas se ciñen más a las guerras clásicas."
Con el triunfo de Trump ya no son las fuerzas globalistas financieras las que están en la Casa Blanca y se verán importantes cambios en todos los escenarios. "El gobierno anterior de Barack Obama buscó un acuerdo con Irán para evitar que ese país se sumara a la poderosa alianza político-militar conocida como la Organización de Cooperación de Shanghái" que están conformando por China, Rusia, India y otros varios países de Asia. Pero el gobierno de Trump retrocede hacia una actitud agresiva contra Irán apoyándose en Israel.
En este escenario y aún con los cambios de gobierno en Argentina y Brasil, Merino asegura que "no estamos frente a una restauración". El Doctor basa su argumento en que, a diferencia de la década de los 90, no hay reactivación económica; hay una fuerte crisis interna en el mundo anglosajón y la posición de la Iglesia que es importante en América Latina, es crítica del capitalismo financiero lo que indirectamente estimula los proyectos populares.
En la sección Medios se comentó una serie dedicada a Hugo Chávez, filmada en Estados Unidos. El primer capítulo recién estrenado demoniza al dirigente venezolano y a la insurrección cívico-militar del 4 de febrero de 1992. En este programa también se comentó el futuro del liderazgo en Unasur y las últimas medidas adoptadas por Trump.