"La inmigración no es un problema, es un fenómeno social mundial, y el interés de los periodistas por este tema proviene de los dichos de los candidatos a la presidencia, que a mi modo de ver están organizando sus campañas con afirmaciones irresponsables y racistas", señaló la académica de la Universidad de Chile.
Tijoux se refirió así a las declaraciones realizadas hace un tiempo por el candidato opositor y expresidente (2010-2014) Sebastián Piñera, quien asoció el aumento de la inmigración latinoamericana en el país con la delincuencia.
Para Tijoux, afirmar que una mayoría de los inmigrantes que residen en Chile son delincuentes "es ignorar los datos que entrega el mismo Ministerio del Interior y las policías", que aseguran que de 477.000 extranjeros que vive en el país, menos de uno por ciento ha protagonizado un delito.
Por otra parte, la inmigración contemporánea está siendo clasificada "por origen, sexo, nación y color de piel de las personas que llegan, a los cuales se agrega el hecho de que sean trabajadores sin recursos que buscan sobrevivir en Chile", indicó la especialista, autora del libro "Racismo en Chile".
En ese sentido, el imaginario local reduciría la inmigración al tránsito de bolivianos, peruanos, ecuatorianos, colombianos, dominicanos y haitianos, en contraposición a rusos, coreanos, argentinos e italianos, entre otros, que no serían considerados migrantes.
En la región, el Gobierno de Argentina decretó un endurecimiento de las leyes migratorias.
Por su parte, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, se comprometió a enviar al Congreso un proyecto de ley que respete los derechos humanos de los migrantes, garantizando su acceso a vivienda, educación, salud y trabajo.
La norma migratoria vigente en Chile data de 1975, cuando en el país gobernaba la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990).