"Los migrantes con su diversidad y ganas de surgir son un aporte en Chile, pero hay que asegurar que las inmigraciones sean un proceso ordenado, en el marco de nuestras leyes y de los derechos humanos que se merecen todas las personas, estén donde estén", señaló a los medios de comunicación la mandataria.
La jefa de Estado destacó además que Chile se caracteriza por ser un "país abierto" y que se recibirá a los inmigrantes que lleguen a la nación.
Tras reunirse el pasado jueves los integrantes del comité político, junto a los representantes de la coalición oficialista Nueva Mayoría y parlamentarios, el Gobierno acordó que la nueva ley de inmigración, junto a los proyectos de ley que reforman la actual Constitución y la despenalización del aborto en tres causales, serán las prioridades legislativas en este último año de mandato.
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La Ley de Inmigración vigente en Chile ha sido bastante criticada debido a que data de 1975, lo que vuelve urgente una pronta actualización.
Según consigna el diario local El Mercurio, este cambio en la legislación tendrá tres ejes centrales, que serán la institucionalidad a cargo de la gestión política migratoria y los trámites; un nuevo modelo de visas y un enfoque de derechos.