Según la activista, los fundamentos del decreto "están en consonancia con lo que está sucediendo a nivel global" en cuanto el trato a los migrantes y al discurso sobre su vinculación con la delincuencia.
"[El presidente Mauricio] Macri basó su campaña en erradicar la inseguridad y la delincuencia. No ha podido avanzar y tiene que buscar un chivo expiatorio a quien culpar. En este caso somos nosotros, la comunidad migrante", sentenció Rivadeneira.
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Amnistía Internacional también criticó la aplicación del decreto de necesidad y urgencia por considerar "un error" la reducción del "fenómeno de la migración a un debate sobre seguridad nacional, que asocia el migrante al delincuente".
"Alarma a la organización internacional el establecimiento de una política regresiva que introduce impedimentos para el ingreso y permanencia de migrantes en el país, acelera los trámites de expulsión reduciendo las garantías procesales de las personas, vulnera el derecho de defensa, elimina la unidad familiar como condición para evitar la expulsión y restringe el acceso a la nacionalidad argentina", expresó la entidad en un comunicado.
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El Gobierno justifica su medida en la incidencia de los ciudadanos extranjeros en el número de personas recluidas, particularmente por delitos de narcotráfico.
Polémica por la inmigración "pobre" en #Argentina https://t.co/egQamVkwRT pic.twitter.com/gqw7GpUYeV
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 16 de noviembre de 2016
Pocos días antes, Alfredo Olmedo, un diputado de la provincia de Salta, afirmó en una entrevista televisiva estar a favor de levantar un muro a lo largo de la frontera con Bolivia. A juicio del legislador, el límite está desprotegido y por allí "pasa la droga y la trata de personas".
Sin embargo, los números indicados por la ministra no fueron del todo precisos. Un artículo publicado por La Nación destaca que las cifras expresadas no tienen en cuenta los reclusos por delitos de narcotráfico en prisiones provinciales. Si bien en la mayoría de Argentina es la Justicia federal la que interviene en esta materia, algunas jurisdicciones pasaron la competencia al ámbito provincial.
Actualmente, Argentina es el país de América del Sur que más inmigrantes tiene. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), eran 2.086.302 los extranjeros que vivían en ese país en 2015. En términos relativos, representan casi el 4,81% de la población.
Los países latinoamericanos con más ciudadanos residentes en Argentina son Paraguay (679.044 personas), Bolivia (419.048), Chile (213.119), Perú (195.320) y Uruguay (132.749).