Fillon, del partido Los Republicanos, declaró el 26 de enero a la cadena TF1 que la única cosa que le impediría ser candidato es si su "honor se viera afectado, si fuera imputado".
"Efectivamente, la Fiscalía Nacional Financiera (PNF en francés) abrió una investigación preliminar (…) que no prevé de ningún modo que se dé curso a este expediente, por lo que se trata de una etapa de observación durante la cual no es posible ninguna imputación", escribe Coignard.
Para ello, continúa, sería necesario primero abrir una instrucción judicial y designar a un juez de instrucción.
Sin embargo, dice el artículo, solo la Fiscalía puede decidir sobre la apertura de una instrucción.
"Las asociaciones que podrían manifestarse, en nombre de la lucha contra la corrupción o la defensa del dinero público, solo pueden hacerlo después de un plazo de tres meses, es decir a partir del 25 de abril, dos días después de la primera ronda de las presidenciales", detalla la publicación.
Además, según Coignard, es "más que improbable" que la Fiscalía decida iniciar una instrucción judicial antes del 23 de abril.
"Por una parte, el Ministerio de Justicia perdería totalmente el control del expediente si fuera confiado a un juez de instrucción; por otra parte y sobre todo, una imputación a tres meses de las elecciones aparecería como una maniobra política de bajo nivel", puntualiza.
La periodista constató "toda la fragilidad de la situación del candidato de la derecha, quién deberá convencer a sus electores".
El semanario satírico Le Canard Enchaîné publicó en su edición del miércoles que Penelope Fillon habría percibido unos 500.000 euros trabajando durante ocho años como asistenta parlamentaria de su marido y luego de su suplente Marc Joulaud, aunque el periódico cuestionó que la mujer haya realmente desempeñado ese cargo.
Las revelaciones del semanario se basan en los recibos de pago de Penelope Fillon, de 60 años, cuyo trabajo —afirma la publicación— se remuneraba a partir de una cantidad reservada a los diputados de la Asamblea Nacional para pagar a sus asistentes.
El periódico satírico citó a una entonces asistenta de Fillon, quien asegura que "nunca había trabajado" con la esposa del actual candidato.
Los medios franceses explican que no es ilegal que diputados contraten a miembros de sus familias, pero a condición de que el trabajo no sea ficticio.
En la entrevista del jueves a TF1, Fillon aseguró que el empleo de su esposa era real, calificando de "abyectas" las acusaciones en su contra.
Dijo también que demandará a los periódicos que afirmen que su mujer tenía un empleo ficticio.
El escándalo ya bautizado como 'FillonGate' o 'PenelopeGate' —en referencia al escándalo político Watergate de los años 70 en EEUU que provocó la dimisión del presidente Richard Nixon— podría afectar la candidatura del católico tradicionalista Fillon, que tiene la reputación de un político irreprochable y firme en sus convicciones, de acuerdo al diario Le Parisien.