Las revelaciones del semanario se basan en los recibos de pago de Penelope Fillon, de 60 años, cuyo trabajo —afirma la publicación— se remuneraba a partir de una cantidad reservada a los diputados de la Asamblea Nacional para pagar a sus asistentes.
El periódico satírico cita a una entonces asistenta de Fillon, quien asegura que "nunca había trabajado" con su esposa.
Según Le Parisien, la investigación preliminar por "desvío de fondos públicos, abuso de bienes sociales y encubrimiento de estos delitos", a cargo de la Dirección Central de la Policía Judicial, se centrará en verificar si la señora Fillon efectivamente prestó servicios a cambio del salario que cobraba.
Una práctica legal, una reputación en peligro
En su reacción a la publicación de Le Canard Enchaîné, François Fillon declaró que está "escandalizado por el desprecio y la misoginia de este artículo".
"¿Acaso no tiene derecho a trabajar por ser mi esposa?", cuestionó.
A su vez, un portavoz del candidato, el diputado Benoist Apparu, aseguró que "no hay nada ilegal en el asunto".
Sin embargo, insistió en que cada empleo supone un trabajo efectuado y "esta es la pregunta a la que François Fillon deberá responder".
El escándalo, ya bautizado por los medios franceses como 'FillonGate' o 'PenelopeGate', podría afectar la candidatura del católico tradicionalista Fillon, que tiene la reputación de un político irreprochable y firme en sus convicciones, apunta Le Parisien.
"Francamente, esto perjudicará la opinión" porque "rompe su imagen", estimó en declaraciones al periódico una fuente de Los Republicanos (LR), la formación de derecha que eligió a Fillon como su candidato en las presidenciales de abril de 2017, tras una victoria contundente en las primarias celebradas en noviembre pasado.
Penelope Fillon, Clarke de soltera, nació en Gales, Reino Unido, y está casada con el actual candidato de la derecha desde 1980.