"Instamos a los países garantes del armisticio a controlar a aquellos que lo están infringiendo sobre el terreno", dijo Isam Rais a la agencia Sputnik.
Por otra parte, para Isam Rais resulta imposible debatir en Ginebra la solución de la crisis en Siria sin antes llegar a ciertos acuerdos políticos en Astaná.
Por su parte, la oposición armada de Siria se niega a combatir contra el Frente al Nusra (Frente Fatah al Sham) mientras en el país permanecen milicias extranjeras, dijo un representante de los grupos rebeldes presentes en el encuentro de Astaná.
"Cuando Rusia planteó el problema de Al Nusra, nos negamos a debatirlo hasta que haya consenso para limpiar Siria de fuerzas extranjeras: iraníes, iraquíes, afganas y de otras nacionalidades", declaró a periodistas Osama Abu Zeid, asesor de la delegación de la oposición armada.
El canal de televisión Al Jazeera reportó este lunes, citando el anteproyecto del comunicado final del encuentro en Astaná, que Rusia, Turquía e Irán van a reafirmar su decisión de luchar conjuntamente contra Daesh (Estado Islámico) y el Frente al Nusra (Frente Fatah al Sham) y desmarcar a las facciones rebeldes de estos grupos, designados terroristas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
El movimiento radical de los chiíes libaneses Hizbulá, cuyos militantes combaten en Siria del lado de las tropas gubernamentales, cuenta tradicionalmente con el apoyo de Teherán.
Las consultas de Astaná, en las que participan representantes del Gobierno de Siria y las facciones rebeldes, así como diplomáticos de Rusia, Turquía, Irán, Kazajistán, EEUU y la ONU, se celebran a puertas cerradas el 23 y el 24 de enero.
Para el 8 de febrero está prevista una nueva ronda de negociaciones sirias en Ginebra, por primera vez desde abril de 2016.