"Es algo muy importante para el trabajador estadounidense" dijo el mandatario tras firmar el documento en el Salón Oval de la Casa Blanca ante un grupo de periodistas.
El TPP, que aún no está en vigor ni ha sido ratificado por el Congreso de EEUU, es un tratado de libre comercio aprobado en febrero de 2016 por 12 países de la cuenca del Pacífico: Chile, Singapur, Nueva Zelanda, Brunei, EEUU, Canadá, México, Australia, Perú, Japón, Malasia y Vietnam, que representan el 25% de las exportaciones globales y el 37 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.
El objetivo de EEUU, que se sumó en 2008 a un TPP que existía desde 2006 entre cuatro países, se basaba en crear un bloque regional para proyectarse en Asia-Pacífico y así frenar la influencia de China.
El acuerdo, negociado en secreto, concentraría el 40 por ciento de la economía mundial y abarcaría sectores como la educación, los servicios de Internet, el ambiente y la salud, beneficiando, por ejemplo, a las grandes empresas farmacéuticas.
Sus partidarios del TPP creen que impulsaría el crecimiento económico y la creación de empleo, mientras sus críticos aseguran que afectaría a la soberanía nacional, disminuyendo la protección social y ambiental y dando más poder a las transnacionales para demandar a los gobiernos.
Durante su campaña electoral, Trump advirtió reiteradamente sobre la retirada de EEUU del Acuerdo de Asociación Transpacífico.