Un ejemplo de cómo los medios de comunicación propagan falsificaciones es el "informe no confirmado" de que los rusos tienen presuntos datos comprometedores sobre el presidente electo Donald Trump, que anunció el canal CNN citando a una fuente anónima.
"Pero… ¿los rusos? ¿Qué rusos? ¿Información comprometedora no confirmada? ¿Eso es todo lo que tienen? Entonces, ¿para qué molestarse en informar? Vuelvan cuando tengan algo que informar", exclama el autor del artículo.
Aparentemente, ya no podemos esperar de nuestros servicios de noticias estándares que sean honestos y veraces, se queja Kushma. No tienen vergüenza a la hora de buscar unos ratings más altos o desenmascarar una celebridad.
"Por alguna razón, ahora toda la prensa estadounidense está obsesionada con Rusia. Los medios de comunicación gritan: ¡Los rusos están llegando, los rusos están llegando! ¿Qué pasó con Daesh? ¿El maltrato de los afroamericanos?", hace una pregunta retórica el analista.
"¿Son los rusos responsables de que Donald Trump haya ganado las elecciones? No, por supuesto que no lo son", continua el autor. Nos recuerda que el pueblo estadounidense eligió a Donald Trump, y no los rusos.
No duda de que muchos líderes norteamericanos carecen de méritos y merecen críticas, pero la transparencia no debe confundirse con la vulnerabilidad. Son solo actores en el programa de los medios de comunicación que se esconden tras frases como ser "justos y equilibrados", "mantenerlos honestos", "hacerlos responsables". Pero, ¿quién le exige responsabilidades a los mismos medios?
El Director de Inteligencia Nacional James Clapper recientemente ha testificado en una audiencia del Comité de Servicios Armados del Senado. Dijo estar seguro de que "los rusos" habían violado la seguridad cibernética de EEUU. Según él, las violaciones fueron ordenadas desde la cima, por el presidente ruso Vladímir Putin.
Por cierto, Clapper es el mismo que dijo que la NSA no estaba interceptando los teléfonos y las cuentas de correo electrónico de los estadounidenses.
"Así, la situación se puede ver de maneras distintas. Tal vez el cielo esté cayendo y los rusos se estén acercando, porque los medios lo dicen. O tal vez nuestros medios de comunicación sean como el niño que gritó "¡Lobo!". Mientras tanto, los rusos se están riendo", concluye el autor.