"Por ejemplo, la administración de Obama acusa infundadamente a Rusia de ataques de piratería, ignorando deliberadamente el hecho de que los principales servidores de Internet están en EEUU y son utilizados por Washington para la inteligencia y otros objetivos, destinados a preservar su dominio en el mundo", dijo Pátrushev en una entrevista con Rossiyskaya Gazeta.
El documento afirma, en particular, que el presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó una campaña en 2016 dirigida a influenciar las elecciones presidenciales de EEUU, pero a la vez reconoce que los presuntos hackeos rusos no influyeron en el conteo de votos en las presidenciales del 8 de noviembre de 2016. En octubre pasado, representantes de Inteligencia de EEUU afirmaron que unos "hackers rusos" atentaron contra el proceso electoral del país.