Un tren de pasajeros que partió a este destino desde la capital serbia iba a conectar a las personas y las ciudades de acuerdo con los principios del derecho internacional y los más altos valores de la Unión Europea, pero empezaron a sucederle cosas increíbles, dijo Vucic en una rueda de prensa extraordinaria.
"Nos dimos cuenta esta noche de que los albanokosovares, sus fuerzas especiales intentaron volar un tramo del ferrocarril pero, al parecer, no fueron capaces de hacerlo bien", denunció el primer ministro, citado por el diario Blic.
A bordo del tren, que sigue parado en la localidad serbia de Raska, cerca de la frontera con Kosovo, se encuentran principalmente los cargos públicos y los periodistas que cubren el evento.
"Esta es mi última advertencia y petición a los albanokosovares, y mi mensaje a los serbios de Kosovo y Metohija que deben permanecer en sus hogares. Llamo a los albaneses a que no intenten atacar al pueblo serbio en Kosovo con armas, porque Serbia no permitirá estos ataques", subrayó Vucic.
También mencionó la intención de ponerse en contacto con los dirigentes de Rusia, China y EEUU.
Kosovo, antigua provincia serbia poblada mayoritariamente por albaneses, proclamó en 2008 una independencia que hasta diciembre de 2016 fue reconocida por más de 110 países.
Belgrado no reconoce la secesión kosovar, pero se vio obligado bajo la presión de Bruselas a iniciar negociaciones para normalizar las relaciones bilaterales.