"Ahora en Siria aproximadamente 400 albaneses luchan en las filas de Daesh (autodenominado Estado Islámico, organización terrorista proscrita en Rusia y otros países). Seguimos discutiendo las consecuencias [de la detención de los presuntos terroristas] en vez de solucionar el problema de que en Kosovo existe un maquinaria para 'fabricar' terroristas. No sabemos cuántos nuevos terroristas aparecerán [allí] en el futuro próximo", explicó a Sputnik Darko Trifunovic, profesor de la Facultad de Seguridad de la Universidad de Belgrado.
Sin embargo, aunque esta operación realizada por la Policía de Kosovo ha dado frutos, no se puede calificar de exitosa, ya que no tuvo como objetivo eliminar las causas, sino las consecuencias, de acuerdo con Trifunovic.
"Hasta que detengamos a los responsables por la radicalización, no cambiará la situación. Se trata aquí de partidarios de la forma más radicalizada del islam, caracterizada por la intolerancia que casi se transforma en fascismo", hizo hincapié.
Cabe tener en cuenta que Albania es, al mismo tiempo, un miembro de la OTAN, y Kosovo un territorio bajo completo control de EEUU, recordó el profesor.
Kosovo proclamó unilateralmente su separación de Serbia en 2008. Más del 90% de los habitantes de esta región la constituyen los albaneses, cuya población fue creciendo a lo largo del siglo y alcanzó la mayoría a causa de la fuga de la población serbia de la provincia, tras los conflictos relacionados con la disolución de la ex-Yugoslavia.