El Acorazado Potemkin (1925)
Este largometraje de Sergei Einsenstein es una de las películas fundamentales de la historia del cine.
La película se basa en el motín de la tripulación del acorazado Potemkin, que en 1905 se sublevó en el puerto de Odesa debido a las malas condiciones a las que eran sometidos por la armada zarista.
La escena de la Escalinata de Odesa, con las fuerzas que disparan al pueblo que apoya a los marinos, se encuentra entre las más reconocidas de la cinematografía mundial. El cochecito de un bebé cayendo por los peldaños de este paseo emblemático de la ciudad sobre el Mar Negro es una de las figuras más recordadas por el público.
Guerra y Paz (1967)
Dirigida por Sergei Bondarchuk y producida por el mítico estudio Mosfilm, esta cinta rodada en 70 milímetros fue la primera película soviética en ganar el Óscar a la Mejor Película Extranjera.
La película está fielmente basada en la novela homónima de León Tolstoi de 1869. El elenco está integrado por los principales actores soviéticos de la época (como Oleg Tabakov y Ludmila Savelyeva) en majestuosas escenografías y con un vestuario de lujo.
Quizás por eso haya sido la producción más cara del cine soviético.
Moscú no cree en las lágrimas (1979)
También producida por Mosfilm, esta realización de Vladímir Menshov ganó el Óscar a la Mejor Película Extranjera. En los 142 minutos de duración, el largometraje resume el periplo durante dos décadas de las tres protagonistas: Antonina, Lyudmila y Katerina.
Los personajes son reflejo de la complejidad del ser humano y a través de la vida de las mujeres se puede ver la vida en la Rusia de aquella época.
En Occidente, la película también se hizo conocida por la canción de los créditos, Alexandra, de Sergei Nikitin.
Solaris (1972)
¿Quién dijo que la ciencia ficción es un género únicamente explorado por cineastas estadounidenses? Solaris, del legendario director ruso Andrei Tarkovski, es una película de culto para los amantes del género. Basada en una novela del escritor polaco Stanislaw Lem, esta cinta gira en torno al viaje de un científico al planeta Solaris, donde debe investigar un océano con inteligencia propia, que escarba en las mentes de los seres vivientes alrededor.
Más allá de los efectos especiales, la riqueza de la trama reside en la complejidad de su discurso, con una vertiente filosófica que invita al espectador a pensar.
Quemados por el sol (1994)
A pesar de ser estrenada luego de la caída de la URSS, esta película de Nikita Mijalkov refleja un momento importante de la historia soviética y fue el primer Óscar a Mejor Película Extranjera obtenido por Rusia.
El protagonista de la historia es Sergei Kotov —encarnado por el mismo director—, un general del Ejército Rojo, de vacaciones en su ‘dacha' junto a su esposa y su hija. Corre la década de 1930, cuando comienzan las purgas del régimen estalinista.
Un día, Kotov recibe la visita inesperada de Mitya, el amante de la juventud de su mujer de pasado aristócrata vinculado al Ejército Blanco.
El forastero, un agente del NKVD —la policía política de la época de Stalin— busca vengarse del general bolchevique.
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