"La situación en torno a todos estos gasoductos está muy politizada", dijo y añadió que "la politización de este tema es absurda, ya que Rusia siempre fue un suministrador fiable de petróleo y gas a la UE y nada prueba lo contrario".
El proyecto Nord Stream 2 prevé construir dos tuberías de gas con una capacidad total de 55.000 millones de metros cúbicos anuales que se extenderán por el fondo del mar Báltico desde la costa rusa hasta Alemania; su trazado sería paralelo al del primer gasoducto Nord Stream inaugurado en 2011.
Anteriormente, los socios del proyecto Nord Stream 2 —las empresas Engie, Gazprom, OMV, Shell, Uniper y Wintershall— informaron a los reguladores antimonopolio alemán y polaco del plan de crear una empresa mixta.
Alemania dio su visto bueno, pero Polonia expresó objeciones a finales de julio pasado, entonces los socios anunciaron su decisión de retirar esta notificación.
La estructura final del proyecto todavía queda por determinar.
#Putin: #Rusia cumplió con todos los suministros de gas a #Europa https://t.co/IGkGibeJTr pic.twitter.com/DbAD05zZFC
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 5 de diciembre de 2016
En contra de este proyecto se pronunció enérgicamente Ucrania, país que teme dejar de ser la vía más importante de tránsito de gas ruso a Europa.
Letonia, Lituania, Estonia, Polonia, Hungría, Rumanía y Eslovaquia enviaron a finales de 2015 una carta a Bruselas, señalando que la realización de ese proyecto aumentaría la dependencia de Europa del gas ruso, debilitaría la seguridad energética de la UE y desestabilizaría aún más la situación en Ucrania.