"Su tenacidad, su amplia experiencia y su profunda comprensión de la geopolítica lo convierten en una excelente opción para secretario de Estado. Él promoverá la estabilidad regional y se centrará en los principales intereses de seguridad nacional de Estados Unidos", aseguró Trump en un comunicado emitido por su equipo de transición.
Al frente del Departamento de Estado, según la nota, "abogará con contundencia y visión clara por los intereses nacionales vitales de Estados Unidos y ayudará a revertir años de políticas y acciones equivocadas en materia exterior que han debilitado la seguridad y la posición de Estados Unidos en el mundo".
En la década de 1990, Tillerson trabajó para ExxonMobil en Rusia y como director general de esta multinacional petrolera se reunió en más de una ocasión con el presidente ruso, Vladímir Putin.
Un exconsejero de Donald Trump en asuntos internacionales, Carter Page, dijo recientemente a Sputnik que el nombramiento de Tillerson supondría una mejora radical en la política de Estados Unidos con respecto al mundo y, en particular, marcaría el comienzo de una nueva era en las relaciones con Rusia, una era de cooperación a pesar de las discrepancias existentes.
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