La derrota de la oposición moderada en Alepo oriental infligida por las tropas leales a Asad, apoyadas por Rusia e Irán, va a significar el fracaso de los esfuerzos del presidente saliente de EEUU, Barack Obama, de "establecer la democracia y eliminar el terrorismo en Oriente Próximo". Al menos eso afirmaron los funcionarios norteamericanos en el contexto de la reciente liberación de numerosos barrios de la urbe llevado a cabo por las tropas gubernamentales.
El artículo de Reuters agrega que esto se convertirá en una prueba más de que el mandatario ruso, Vladímir Putin, ha logrado defender al viejo aliado de Moscú mediante el uso de su aviación, artillería y consejeros militares.
"¿Quién ganó? Putin, los iraníes y Asad. ¿Quién perdió? Nosotros. Y Jordania —donde la CIA entrenó y armó a los opositores moderados—, los saudíes y los países del golfo Pérsico", manifestó a Reuters de manera anónima un representante del Gobierno de EEUU.
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"A medida que Obama se está preparando para dejar el cargo de mandatario del país el 20 de enero de 2017, su estrategia en el mundo islámico ha hecho aguas en numerosas ocasiones. […] En 2011 retiró las tropas de Irak, pero más tarde tuvo que desplegar de nuevo un contingente en este país para luchar contra Daesh —proscrito en Rusia y otros países—. En Afganistán, el movimiento de los talibanes retoma el control sobre el territorio anteriormente dominado por EEUU. Libia, donde Washington orquestó el derrocamiento de Gadafi, se halla sumida en el caos", concluyó Reuters.