"Teniendo en cuenta todos los aspectos y el desarrollo de la situación, dicho proyecto de resolución (…) es una provocación que mina los esfuerzos ruso-estadounidenses", dijo.
Lavrov caracterizó de contraproducente presentar este proyecto ante la votación en el Consejo ya que el documento contradice los puntos que ahora están acordando Moscú y Washington como copresidentes del Grupo Internacional de Apoyo para Siria.
El ministro apuntó que Rusia no considera conveniente que se creen alianzas militares en la región Asia-Pacífico.
"En lo que se refiere a las alianzas militares, abogamos por resolver las cuestiones de seguridad en la región Asia-Pacífico sin bloques militares", dijo Lavrov tras reunirse con su homólogo filipino.
El ministro añadió que hay que resolver estas cuestiones "sobre la base universal cuando todos los países de la zona sienten que existen acuerdos que garantizan la seguridad equivalente e indivisible para cada país".
"Tal y como anunciamos el sábado (…), expertos de rusos y estadounidenses empiezan a trabajar en Ginebra para resolver el problema de Alepo Oriental", dijo Lavrov en rueda de prensa celebrada al término de su encuentro con el titular de Exteriores filipino, Perfecto Yasay.
El objetivo de esta labor, añadió Lavrov, es "la retirada completa de todos los grupos armados de la parte oriental de la ciudad, algo en que Rusia insiste desde hace tiempo".
"Durante las consultas ruso-estadounidenses se van a acordar las rutas y los plazos concretos", aclaró el ministro.
Según el canciller, "si la colaboración ruso-estadounidense en estas cuestiones da resultados (…) el problema de Alepo oriental se resolverá de manera eficaz y garantizará la liberación de la ciudad de los extremistas y otros combatientes, la seguridad de los civiles, los suministros de ayuda humanitaria sin interrupciones y en general la normalización de la situación y de la vida".
Lavrov precisó que hay todas las premisas para "suponer que será así".
Subrayó que Rusia tratará como terroristas a los combatientes que se nieguen a abandonar la parte oriental de la ciudad siria de Alepo.
"Aquellos grupos armados que se nieguen a abandonar Alepo Oriental serán considerados terroristas (…) les trataremos como tales, como a terroristas, como a extremistas", dijo.
El canciller ruso indicó que "al negarse abandonar Alepo Oriental seguirán la lucha armada".
"Apoyaremos la operación del Ejército sirio contra este tipo de unidades de criminales", advirtió.
Los combatientes de Nureddin al Zinki y Ahrar al Sham —grupos vinculados con Al Nusra— todavía retienen a miles de civiles en Alepo Oriental e impiden su evacuación por los corredores humanitarios.
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Siria vive desde 2011 un conflicto en el que el Ejército gubernamental se enfrenta a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas, entre ellas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y Frente al Nusra (actualmente, Frente Fatah al Sham), ambas proscritas en Rusia y otros países.
A la vez, una investigación reciente del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias rusa, basada en los datos del Buró Estadístico Central sirio, sitúa en 105.000 el total de los sirios muertos en el conflicto, entre ellos 45.000 militares y milicianos, 24.000 terroristas de nacionalidad siria y 36.000 civiles, de los que la mayoría murieron a manos de los yihadistas y combatientes de la llamada 'oposición moderada'.
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También señala que en los combates murieron 18.000 mercenarios extranjeros de más de 80 países.