"Nadie sabía ni supo lo que estaba pasando, todos creíamos que íbamos a aterrizar porque el tripulante ya lo había anunciado, y pues estábamos esperando eso", dijo Tumirí en diálogo con la emisora local Blu Radio.
Señaló que los últimos minutos del vuelo fueron momentos "muy alegres", y que los pasajeros, la mayoría integrantes del equipo de fútbol brasileño Chapecoense, "estaban con sus iPad o escuchando música", en un ambiente festivo, "tranquilos, esperando el aterrizaje".
Respecto del accidente dijo que "todo fue muy rápido, de un momento a otro vibró el avión, se apagaron las luces y se prendieron las de emergencia".
Tumirí negó que los pasajeros se hubieran levantado de sus sillas y entrado en pánico, como señalaron algunas versiones de prensa.
"Nadie sabía que había un problema, nosotros estábamos preparados para aterrizar, no hubo tiempo para nada, ni me puse en medio de maletas ni hubo gente gritando levantándose de sus sillas como dijeron por ahí", precisó.
Tumirí señaló a la emisora que no era empleado directo de la aerolínea LaMia, sino que prestaba sus servicios para otra compañía que le subcontrataba.
Al respecto señaló que inicialmente la aeronave viajaría de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) hasta Cobija, en el mismo país, para abastecerse de combustible, pero nunca ocurrió y él nunca fue notificado de por qué se obvió ese paso.
"Creo que el piloto (Miguel Quiroga) debió comunicarse al menos conmigo sobre toda la situación; yo me enteré de eso por Ximena (Suárez, azafata), que me dijo que había como poco combustible", aseveró.
Tumirí describió que tras el accidente rescató a Suárez, pero que no hallaron ningún otro sobreviviente.
"Cuando me desperté yo estaba boca abajo, me levanté como entre sueños, cogí a Ximena, que estaba atrapada con el plástico del baño, y corrimos hacia arriba porque estaba lloviendo mucho y había mucho lodo", recordó.
El técnico de aviación recibió el alta médica el pasado viernes y regresó a Bolivia, mientras que las autoridades médicas de Medellín (Antioquia, noroeste) prevén dar de alta a Suárez en las próximas horas.
Cuatro sobrevivientes más, entre ellos tres futbolistas y un periodista, permanecen aún en un centro médico de Medellín, la mayoría de ellos en condición crítica.
El accidente se cobró la vida de cinco bolivianos, un paraguayo y un venezolano que integraban la tripulación, así como de 52 brasileños que hacían parte del equipo de fútbol brasileño Chapecoense, que viajaban a Medellín para disputar la final de la Copa Sudamericana con el equipo colombiano Atlético Nacional.